El aceite de oliva se dispara un 15% en solo mes y medio escapando del poder adquisitivo de muchas familias andaluzas

La botella del aceite de oliva virgen extra ya se vende en muchos supermercados como un artículo de lujo, con precinto de seguridad y un precio máximo histórico que supera los 10 euros por litro. Desde 2020 el precio del aceite de oliva virgen no ha dejado de crecer y ya es prohibitivo para muchos hogares andaluces, que en años anteriores han estado restringiendo su consumo de uno de los productos estrella de la agricultura en Andalucía.

Entre las campañas 2017/18 y 2021/22, el consumo en hogares de aceite de oliva en Andalucía descendió un 3,3% según el Informe final del sector del aceite de oliva 2021/2022. Una circunstancia que es fácil de comprender si consideramos que la renta per cápita en Andalucía (12.844€) es menos de la mitad que la renta per cápita en el Estado español (25.498€) a lo que se le añade una creciente concentración de la propiedad agraria en los últimos 90 años, incluídos aquí los olivares.

En origen, el precio del litro de aceite de oliva ha comenzado septiembre rozando los 8 euros, según el sistema de información Poolred. El Observatorio de la Federación de Industriales Fabricantes de Aceite de Oliva (Infaoliva) sitúa la cotización del virgen extra en 8,1 euros por kilo, del virgen en 7,6 euros y del lampante en 7,3 euros.

Denuncian especulación con el producto

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado esta semana la “fuerte especulación” en torno al precio del aceite de oliva, que se ha incrementado un 15 % en el último mes y medio en su categoría virgen extra, como se desprende de su análisis en diez cadenas de supermercados.

Las organizaciones agrarias COAG y UPA piden controles en la cadena alimentaria y rechazan que los olivareros se estén lucrando cuando han tenido que afrontar altos costes de producción. Las cooperativas insisten en que si el precio final está tan alto no es por la especulación o márgenes empresariales, sino por la falta de producto y la previsión de una nueva campaña mala, por lo que reclaman ayudas y mecanismos para garantizar el riego en tiempos de sequía como el actual según Andalucía Información.

Luego está el otro intermediario, las empresas envasadoras que también declinan toda responsabilidad. “Nadie sabe si lloverá lo suficiente en las zonas productoras o si la aceituna va a responder. Todo eso es una incógnita porque, además, como la aceituna que hay es muy pequeña y está escondida, resulta todavía mucho más difícil hacer un aforo”, argumenta a EFE el director de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), Primitivo Fernández. El responsable de la patronal rechaza que algún eslabón de la cadena esté inflando sus márgenes de beneficio, puesto que los altos precios son resultado de “una cosecha extremadamente corta y el temor de que la siguiente vuelva a ser otra vez corta”.

Sin embargo, las propias declaraciones del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación estatal en funciones, Luis Planas, apuntan a la especulación cuando destaca la sequía como el principal factor del encarecimiento del aceite y pronostica que los precios bajarán en picado si en las próximas semanas llueve con intensidad. ¿Cómo pueden oscilar los precios de un producto recogido en la campaña anterior y seguramente ya envasado en función de las lluvias de este otoño?

El gobierno estatal espera “a que llueva”

Planas se encoge de hombros y afirma que el gobierno no tiene margen de maniobra para regular el precio del aceite ya que está sometido a “la ley de la oferta y la demanda”. Un alimento base de la dieta de las familias populares andaluzas es entregado a los especuladores y del oligopolio de la distribución.

Planas se limita a que la mano invisible del capitalismo regule el mercado. Y mientras tanto, muchas familias obreras andaluzas cambiarán sus hábitos de consumo hacia productos nocivos como los aceites refinados. “No tiene una solución administrativa o política (…) Hay campañas de mucha producción y precios bajos y campañas de baja producción y precios altos”, ha declarado a Huffington Post.

Andalucía, primer país productor de aceite de oliva

Andalucía es el primer país productor de aceite de oliva del planeta, con más de un millón de toneladas de aceite por campaña, aunque en este 2022 esta producción reducida a unas 600.000.

Víctima de su situación como nación oprimida en el Estado español, Andalucía no tiene instituciones políticas soberanas -como un Estado propio- que regule la exportación de este bien básico ni establezcan precios máximos.

Durante décadas, ha transferido valor exportando el producto a granel. Sin embargo otros países con instituciones soberanas como Turquía han suspendido la exportación a granel de aceite de oliva como una fórmula para seguir vendiendo aceite envasado y retener su valor añadido. Ahora se le añaden unos precios prohibitivos para la mayoría de la población.

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Francisco Vílchez

Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.

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1 respuesta

  1. Avatar Juan dice:

    Los buitres siempren andan al acecho, a ver dónde pueden sacar tajada. Nuestro país no tiene apenas recursos para defenderse, puesto que sin soberanía no hay defensa propia de los intereses nacionales. ¿Quiénes nos van a defender, los carroñeros meseteros, precisamente los que llevan siglos garrapiñando de Andalucía?

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