Creado en Granada el primer sindicato de inquilinas e inquilinos para “luchar por el derecho a la vivienda” y un “alquiler digno”
Un grupo de profesionales de ámbitos como el derecho, la arquitectura o las ciencias sociales impulsan la creación del primer sindicato de inquilinas e inquilinos de Granada, Casa del Paso, con el objetivo de “luchar por el derecho a la vivienda y por un alquiler asequible, estable, seguro y digno”.
La iniciativa, que toma de modelo otras organizaciones surgidas en Barcelona, Madrid, Málaga, Mallorca, Zaragoza o Gran Canaria, cuenta con la colaboración de colectivos vecinales y sociales como Ajuntamiento Centro-Sagrario, Ajuntamiento Albaicín y PAH Stop Desahucios 15M Granada, que han decidido organizarse para hacer frente a las problemáticas relacionadas con la vivienda en alquiler. “Nos unimos para dar una respuesta colectiva a la reivindicación por el derecho a la ciudad, que nos mantenga en nuestros barrios con garantías y derechos, en una ciudad para vivir”, afirman en su manifiesto.
La formación del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos Casa de Paso surge “de la necesidad de actuar frente a la vulneración del derecho a la vivienda que estamos viviendo, donde la legislación vigente no garantiza la función social de la vivienda sino que impulsa su uso especulativo antes que residencial”, todo ello, teniendo en cuenta que “una buena parte del parque de viviendas se encuentra en manos de Socimis – Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario-, bancos y grandes propietarios, los cuales llevan a cabo sus actividades económicas en un marco regulatorio que les es favorable”.
A lo que habría que sumar el elevado número de viviendas vacías en desuso y el incremento de la reconversión de viviendas residenciales en viviendas de uso turístico, lo que disminuye la oferta residencial disponible, aumenta los precios de acceso y genera procesos de desplazamiento, ya sean estos directos por subidas del alquiler o indirectos por las transformaciones en el estilo de vida de los barrios. “Estas dinámicas provocan cambios sustanciales en los usos de los espacios públicos y zonas comunes, especialmente en los barrios históricos, perdiendo diversidad y habitabilidad que convierten a la ciudad en espacio de consumo y no para vivir”, sentencian.
“Nuestro objetivo es luchar por el derecho a la vivienda y por un alquiler asequible, estable, seguro y digno a partir de dos líneas de actuación: la incidencia Política, entendiendo por esta asegurarse del cumplimiento de las leyes, trabajar para cambiar las que consideramos injustas y sensibilización de la población; y el (auto)asesoramiento como figura de autoformación y autoprotección de las inquilinas e inquilinos frente a los abusos en materia de alquiler”.
Como ejemplo de estas inquietudes, la presentación incluirá un taller práctico sobre la Ley de Arrendamientos Urbanos, donde se adquirirán conocimientos sobre los derechos de alquiler y se compartirán herramientas para hacer confrontar posibles irregularidades en materia de arrendamiento.
(Fuente: El Independiente de Granada)
Texto íntegro del manifiesto fundacional del sindicato:
Nuestro Manifiesto
Somos un grupo de inquilinas e inquilinos de la ciudad de Granada que nos organizamos para luchar por el derecho a la vivienda y por un alquiler asequible, estable, seguro y digno.
Nuestros objetivos son ser tanto una figura de presión e incidencia política para generar cambios en las políticas de vivienda para que partan de los derechos y necesidades reales de la población, como una figura de autoformación y autoprotección de las inquilinas frente a los abusos en materia de alquiler.
La formación de este Sindicato de Inquilinas e Inquilinos surge de la necesidad de actuar frente a la vulneración del derecho a la vivienda que estamos viviendo, donde la legislación vigente no garantiza la función social de la vivienda sino que impulsa su uso especulativo antes que residencial: nos encontramos con que una buena parte del parque de viviendas se encuentra en manos de SOCIMIs, bancos y grandes propietarios, los cuales llevan a cabo sus actividades económicas en un marco regulatorio que les es favorable.Por otro lado, no existe un marco que regule las viviendas que se encuentran vacías.
Las viviendas vacías reducen la oferta de vivienda de alquiler, creando escasez artificial y conduciendo los alquileres al alza.A todo esto habría que sumar el incremento de la reconversión de viviendas residenciales en viviendas de uso turístico, lo que disminuye la oferta residencial disponible, aumenta los precios de acceso y genera procesos de desplazamiento, ya sean éstos directos por subidas del alquiler o indirectos por las transformaciones en el estilo de vida de los barrios. Estas dinámicas provocan cambios sustanciales en los usos de los espacios públicos y zonas comunes, especialmente en los barrios históricos, perdiendo diversidad y habitabilidad que convierten a la ciudad en espacio de consumo y no para vivir.
De esta manera, entendemos que la vivienda, reconocida como un derecho tanto en el artículo 47 de la Constitución Española, como en la Carta Internacional de los Derechos Humanos de Naciones Unidas y en la Carta Social Europea, se ve en peligro al ser entendida y utilizada como un bien con el que comerciar, beneficiarse y especular.Además, respecto a la situación de las inquilinas en ese panorama, no hay que olvidar que en el contexto español el derecho a la vivienda se privilegia por la vía de la propiedad, por lo que las personas arrendatarias ven doblemente vulnerado este derecho.
Todo esto se traduce en una serie de problemáticas tan graves como el actual crecimiento de desahucios por impagos de alquiler, las dificultades de accesoa la vivienda de alquiler ya que el coste de ésta no se corresponde con el nivel de vida ni con las condiciones laborales de la mayoría de la población, unas malas condiciones de habitabilidad e infraestructuras en muchas de las vivienda ofertadas, o una rotación frecuente que no permiten a la vivienda cumplir con su función de seguridad, estabilidad, arraigo y vinculación a un territorio.
La situación del acceso a la vivienda en Granada es similar a la del resto de capitales en el ámbito andaluz, donde crecen las situaciones de riesgo de pobreza y exclusión social en un contexto en el que los precios del alquiler han alcanzado máximos históricos, y donde la precariedad laboral se ha generalizado para la mayor parte de la población. Además, la política municipal de vivienda no dispone apenas de dispositivos de promoción y asistencia pública a las necesidades de vivienda que prevé el marco normativo autonómico.
Además, en nuestra ciudad se da una distribución de la propiedad y una dinámica en la vivienda de alquiler característico, en la que confluyen la intensa turistificación de los barrios históricos con la temporalidad del alquiler estudiantil. Ambos mercados, turístico y universitario, a través de inmobiliarias y grandes propietarios, ejercen una elevada presión en la oferta de alquileres de corta duración en detrimento de los alquileres de larga duración, lo que a menudo resulta en contratos irregulares o fuera de la legalidad.
Es por todo ello que lanzamos este Sindicato uniéndonos al movimiento y demandas de los sindicatos existentes en ciudades como Barcelona, Madrid o Málaga. Nos unimos para dar una respuesta colectiva a la reivindicación por el derecho a la ciudad, que nos mantenga en nuestros barrios con garantías y derechos, en una ciudad para vivir.
¡Únete!
CASA DE PASO
Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Granada
(Fuente: Web Casa de Paso)
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