Continua la represión identitaria contra las poblaciones imazighen en el Magreb. Protestas en Argelia y en Marruecos

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Dos escuelas secundarias de la región amazigh de Argelia han participado en protestas esta semana denunciando el rechazo por parte de la mayoría parlamentaria de una propuesta para mejorar el estudio del idioma amazigh, el tamazight (foto superior adjunta).

Los estudiantes expresaron su enfado por la posición adoptada por los diputados del parlamento al rechazar la propuesta presentada por la diputada Nadia Shwitem, sobre la enseñanza obligatoria de la lengua amazigh en todas las escuelas públicas y privadas.

La propuesta fue rechazada por una mayoría parlamentaria que los manifestantes calificaron de inconstitucional tras los cambios en 2016 que establecieron el amazigh lengua oficial.

Shwitem presentó una propuesta que incluía la inclusión del artículo 104 en el proyecto de ley que establece que el gobierno garantizará que la enseñanza de la lengua amazigh en todas las escuelas públicas y privadas sea obligatoria en el marco de la implementación de un plan gradual.

Sin embargo, algunos han argumentado que las autoridades públicas han realizado esfuerzos considerables en el campo de la enseñanza de la lengua amazigh con los planes de estudios incluidos en los programas para enseñar el idioma a nivel nacional y un organismo nacional creado en representación de los intereses bereberes.

Las autoridades marroquíes restringen el uso de nombres amazigs

Un grupo de organizaciones marroquíes de derechos humanos ha denunciado las restricciones impuestas por las autoridades a los nombres amazighes o bereberes.

En una carta abierta al primer ministro marroquí, Saadeddine Othmani, la Federación Nacional de Asociaciones Amazighas en Marruecos (NAMA) condenó las acciones, que se efectúan pese a que el idioma amazigh fue reconocido oficialmente por la constitución de 2011.

El grupo declaró que había documentado 45 incidentes en los que las autoridades se habían negado a registrar recién nacidos con nombre amazigh.

Según la carta, las autoridades municipales de la ciudad de Casablanca se negaron el martes a inscribir a un recién nacido bajo el nombre amazigh de “Massin” y exigieron que sus padres trajeran una prueba oficial de que el nombre no está prohibido por las regulaciones del estado civil.

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El levantamiento bereber de 1980 en Argelia

La lucha imazighen en Argelia tuvo su hito histórico contemporáneo en 1980. El 10 de marzo de 1980, la decisión de Argel de cancelar una conferencia del célebre poeta cabilio (bereber) Mouloud Mammaeri en la Universidad de Tizi Ouzou debido al “riesgo de disturbios públicos” hizo estallar una rebelión. Se celebraron protestas contra lo que fue considerado una “represión” del Estado y varios profesores y estudiantes hicieron barricadas en la universidad.

Las protestas se dispararon y, al día siguiente, más de 200 estudiantes organizaron una marcha y una huelga indefinida en Tizi Ouzou. La acción civil alcanzó Argel, pero, antes del 7 de abril, las fuerzas de seguridad habían frenado las protestas de miles de estudiantes que pedían que el Estado reconociera el idioma cabilio (tamazight) y su autodeterminación.

Las tensiones alcanzaron un nuevo máximo entre el 19 y 20 de abril, cuando la policía irrumpió en la Universidad de Tizi Ouzou, que se había convertido en el centro de las protestas, para expulsar a los estudiantes y profesores tras las barricadas. Muchos de los presentes resultaron heridos; más tarde surgieron informes sobre palizas y violaciones.

¿Qué sucedió después?

Desde 1980, tanto argelinos como los bereberes del Norte de África conmemoran el aniversario de la Primavera Bereber el 20 de Abril de cada año. Otro suceso que ha aumentado la importancia del evento fue el del 18 de abril de 2001, cuando, durante las preparaciones del 21º aniversario de la Primavera Bereber, un estudiante de 18 años fue asesinado mientras estaba bajo custodia policial en Tizi Ouzou.

El incidente hizo estallar disturbios y enfrentamientos entre los ciudadanos y las fuerzas de seguridad, que se extendieron por toda la región y resultaron en la muerte de unos 123 manifestantes – los acontecimientos con más víctimas en la historia del movimiento; en lo que ahora se conoce como la Primavera Negra.

El Movimiento Ciudadano fue creado como resultado de los terribles sucesos de la primavera de 2001, y desde entonces ha impulsado a otros movimientos políticos a ponerse al frente de la causa de la identidad cabilia.

Aunque la Primavera Bereber fue reprimida por las autoridades argelinas, ayudó a crear un legado duradero para la causa cabilia en el Norte de África. Muchos de los principales políticos y activistas cabilios de hoy en día se dieron a conocer durante los sucesos de la Primavera Bereber, y organizaciones como la Liga para la Cultura y la Democracia (RCD) y el Movimiento Cultural Bereber (MCB) fueron creadas por activistas que formaron parte del movimiento. El Frente de Fuerzas Socialistas (FFS), que fue dirigido por el renombrado cabilio Hocine Aït Ahmed, es uno de los principales partidos políticos a los que apoyan los cabilios en las elecciones.

Desde el desmantelamiento en 1989 del sistema unipartidista del FLN, el Estado argelino ha aceptado algunas de las peticiones del movimiento ciudadano. Las enmiendas constitucionales de 2016 reconocieron el tamazight como uno de los lenguajes oficiales de Argelia.

(Fuente: Monitor de Oriente)

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La represión marroquí sobre la población imazighen

En 2014, tras un encuentro de representantes de la población imazighen en Marruecos con la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos humanos. El entonces presidente de la Asamblea Mundial Amazigh, Rachid Raha, relizó un informe que aunque escrito en un tono moderado y conciliador, evidencia la represión y discriminación que viene sufriendo dicho pueblo, así como las raíces no solamente económicas, como pretende hacernos creer ciertas izquierdas, sino igualmente identitarias de las actuales luchas de las clases populares rifeñas:

Los pueblos beréberes sufren una constante represión

Durante el encuentro que la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos humanos,  Navi Pillay,  mantuvo con representantes de la sociedad civil marroquí, el pasado 28 de mayo en Rabat, tuvimos la ocasión de exponerle algunas de las graves violaciones de los derechos humanos que sufren los ciudadanos amazighes (beréberes) en Marruecos. Con la llegada del nuevo rey, Mohamed VI, en 1999, se abrió un periodo de gran esperanza con su iniciativa de institucionalizar ideas tan necesarias como “Equidad” y “Reconciliación”, para hacer justicia y resolver las graves violaciones contra los derechos humanos cometidas durante los conocidos “años de plomo”, bajo el reinado del difunto dictador Hasan II.

Esta iniciativa permitió a muchas de las víctimas tener voz y que fueran recompensadas con exiguas ayudas financieras. Pero nunca se indagó sobre el  crimen contra la humanidad cometido contra la población civil del Rif Beréber entre los años 1958-1959, o sobre los numerosos asesinatos políticos cometidos contra miembros del Ejército de Liberación Nacional, como el dirigente Abbas Mesaâdi, o contra investigadores amazighs como el lingüista Boujemâa el Habbaz… Nunca nadie se ha preocupado de llevar tales crímenes antes lo tribunales.

Los ciudadanos amazighs, que conforman la mayoría de la población marroquí, son las principales víctimas de esos oscuros “años de plomo” y aún hoy en día tienen muchas limitaciones para acceder al poder. Salvo, claro está, cuando falsifican su genealogía, lo que es una forma de despreciar a su pueblo. Por consiguiente, los ciudadanos beréberes están condenados a vivir marginados y confinados en regiones periféricas y montañosas, privados, entre otros, del derecho de crear formaciones políticas propias, como quedó demostrado con la prohibición del Partido Demócrata Amazigh Marroquí (PDAM), al tiempo que se permite la creación de decenas de partidos políticos sobre las bases árabes-islamistas. Aunque la reforma de la Constitución del 1 de julio de 2011, tras las protestas juveniles del Movimiento 20 de Febrero, reconoce la identidad amazigh y el carácter oficial de la lengua amazigh, las autoridades continúan aplicando una política de apartheid beréber. Esta se ha visto agravada con la llegada al poder de una formación islamista, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). La política de discriminación institucionalizada se manifiesta en los siguientes hechos:

Los documentos nacionales de identidad de los ciudadanos beréberes, escritos exclusivamente en árabe y francés, están marcados con la letra “Z”, que es el tifinagh, la  primera escritura de África. Es invisible para el ojo humano pero se puede detectar sometiéndolo a un densa luz.

Las personas que sostienen tener linajes religiosos y ligados a genealogías “árabes”  del Próximo Oriente, conocidos bajo el término de “chorfas”, reciben unas tarjetas donde se manifiesta que las autoridades deben facilitar sus tareas administrativas, a expensas de los ciudadanos comunes.

 – Incluso dentro del propio Palacio Real, cualquiera que exprese su berberidad corre el riesgo de ser discriminado y excluido, como sucedió como el exportavoz del rey, el intelectual Hasan Aurid.

El Ministro amazigh de Asuntos Exteriores, Saaeddine El Othmani, que propuso cambiar el nombre racista de la Unión del Magreb Árabe (UMA) por el de Unión del Gran Magreb, fue destituido con celeridad en la última remodelación del Gobierno .

 – El Gobierno de Marruecos sigue manteniendo en su puesto a Lahlimi Ahmed Alami, como Alto Comisionado para la Planificación, encargándole dirigir las operaciones para la realización de un nuevo censo de población, el próximo mes de septiembre, a sabiendas de que está cuestionado por el informe del Tribunal de Cuentas, en un asunto de malversación de fondos públicos; y, aún más, siendo conocida su filiación ideológica con un partido político “arabista”. Este señor falsificó descaradamente el peso de la población amazigh, reduciéndola a un mísero 28,4% de la población total del censo de 2004.

Los permisos de transporte (taxis, camiones, autobuses), de explotación de yacimientos minerales y recursos pesqueros se suelen conceder principalmente a personas cercanas a los círculos del poder.

Para acceder a un puesto de responsabilidad, los candidatos amazighs son sometidos a una investigación detallada por parte de ciertos servicios como la policía política, un hecho que ha sido denunciado por el actual Ministro de Educación Superior, el Doctor Lahcen Daudi.

Como activistas demócratas y pacifistas berberistas hemos logrado algunas de nuestras reivindicaciones, como la creación del Instituto Real de  Cultura Amazigh (IRCAM) y la Televisión Tamazight (TV8). No obstante, el IRCAM está amputado, incomprensiblemente, de los miembros de su consejo de administración, mientras que  TV8 no cuenta con un presupuesto consecuente, ni con los suficientes recursos humanos, ni con una dirección autónoma.

Tenemos en cuenta los compromisos del Estado marroquí y de las autoridades ante el Movimiento juvenil 20 de Febrero y el movimiento amazigh, que incluyen el reconocimiento del tamazight como lengua oficial para todos los marroquíes en la Constitución del 1 de julio de 2011. Pero denunciamos que estas promesas se han quedado en papel mojado,  desde hace ya casi tres años. Los principios constitucionales  deberían ser aplicados en forma de ley orgánica y decretos de cara a la aplicación del carácter oficial de la lengua africana e indígena que es el tamazigh. El Gobierno no muestra ninguna voluntad política. Al contrario, el Ejecutivo sigue maniobrando en su contra, como demuestra:

La prohibición del uso de la lengua amazigh, tanto a nivel escrito como oral, dentro de las diversas instituciones del Estado, entre las que se encuentra el Parlamento, donde fueron censurados los diputados Fatima Chahu (Tabaamrant) y  Abdellatif Uammu.

 – La ausencia de la lengua amazigh en las nuevas monedas nacionales, tarjetas de identidad nacional y pasaportes.

La ausencia de evolución en su aprendizaje y el freno a su generalización en la enseñanza primaria y secundaria, a pesar de que su generalización podría contribuir eficazmente a la lucha contra la alarmante tasa de analfabetismo en los niños.

La falta de integración de la lengua amazigh en los programas de alfabetización de adultos y mujeres.

El freno al tamazight en los medios audiovisuales y la ausencia total de una política de “discriminación positiva”, aunque se sepa que la lengua amazigh fue privada de sus derechos desde la independencia del país, o sea, desde hace 58 años.

Los presos políticos amazighs, en concreto Mustafa Usaya y Hamid Aaduch, permanecen en la cárcel de Meknes desde hace 7 años sin que el Consejo Consultivo de los Derechos Humanos, ni el ministro de Justicia se preocupen por reabrir su caso judicial, caracterizado por numerosas y graves anomalías. Esto no suele ocurrir cuando se trata de presos políticos arabistas de “extrema izquierda” o de presos políticos salafistas  e islamistas.

Hasta ahora, el dossier de las cinco víctimas amazighs que murieron quemadas en la provincia de Alhucemas (Alqadi Imad, Jawad Benqaddur, Jamal Salmi, Lbuazaui Samir y Nabil Jaafar), durante las manifestaciones pacíficas del 20 de febrero de 2011, sigue todavía sin esclarecerse y el Gobierno no ha encargado ninguna investigación para dirimir responsabilidades. La población civil del Rif sigue manifestándose para dilucidar este drama. Lo mismo ocurre con los “sospechosos” asesinatos de Kamal Husaini en Ait Buayach, de Karim Chaib en Sefru, de Kamal Ammari y Mohamed Budurua en Safi, y de Fadwa Laarui en Suk Sebt. Además, los juicios a decenas de presos políticos del Movimiento 20 de Febrero permanecen suspendidos en los tribunales marroquíes, ¡donde la justicia todavía no es, por desgracia, independiente!

A varias promociones de licenciados en diferentes áreas y en lengua amazigh se les limita, condenándolos al desempleo, al tiempo que son objeto de la continúa represión policial ante el Parlamento de Rabat, al igual que los docentes.

La segregación persiste con respecto al apoyo del Estado al cine, arte, periódicos, cultura, autores y asociaciones beréberes.

La prohibición de ciertas actividades asociativas, eventos, como la manifestación que nuestra ONG, la Asamblea Mundial Amazigh, quería organizar en la frontera entre Argelia y Marruecos el 9 de febrero de 2014 pasado en solidaridad con la población argelina del Mzab y a favor de la apertura de dicha frontera. Esa protesta  fue prohibida por las autoridades marroquíes.

La detención de varios militantes sin razón, como ha ocurrido con el activista amazigh Samir El Morabit en Alhucemas.

Las prácticas segregacionistas y represión inédita contra las poblaciones beréberes, como en los casos de Ait Bu Ayache, Imzurén, Tinghir, Imider,  Ait Baha, Targuist…

La contínua apropiación de tierras comunales pertenecientes a las tribus beréberes a partir de decretos de la época colonial. Recientemente, el Ministerio del Interior ha puesto en marcha un diálogo nacional sobre el tema, con el objetivo de reformar el marco legislativo y mejorar los procedimientos de gestión de las tierras colectivas por los actores sociales y políticos. Según el proyecto de la plataforma para el diálogo, el Departamento podría desarrollar una estrategia para la promoción y desarrollo de este patrimonio colectivo de las comunidades Sulaliyates y sus miembros, así como la consolidación del desarrollo humano.

Pero tenemos nuestras sospechas  y creemos que se podría complicar aún más la gestión de estas tierras y socavar gravemente la cohesión de las comunidades Sulaliyates y, por tanto, dañar los intereses de los titulares de derechos, empujando a estas poblaciones rurales hacia un éxodo intolerable.

El abandono de sitios arqueológicos como el yacimiento prehistórico del hombre de Sidi Abderrahmane, en Casablanca, que ha sido transformado en vertedero público, y el deterioro de monumentos históricos en ruinas, como la tumba de Yusef Tachfine en Marrakech.

(Fuente: Atalayar. Entre dos orillas)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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