Comunicado conjunto: “Contra el Daesh y su negación del Pueblo Andaluz”

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Hace unos días el Estado Islámico o Daesh -esa expresión del fundamentalismo islámico basada en el wahabismo y creada, financiada y apoyada por las potencias occidentales- expresaba sus deseos alucinados de “recuperar Al -Andalus” produciendo a su vez una reacción afirmativa en el seno de nuestro pueblo del nacionalismo de Estado que coloniza Andalucía y somete al Pueblo Trabajador Andaluz desde hace siglos. Las organizaciones que suscriben esta nota queremos expresar:

En Andalucía ya conocemos lo que son los genocidios, las persecuciones religiosas, la aculturación salvaje, la quema de millares de libros… En pos de la “pureza de sangre” y el fanatismo religioso. Todos estos procedimientos los practicó la nobleza conquistadora desde su llegada a este país a partir de 1212. Blas Infante definió magistralmente la conquista de Andalucía: “El robo, el asesinato, el incendio, la envidia destructora, presididos por la Cruz”. Por tanto las promesas fascistas y fundamentalistas del Daesh no tienen nada de novedoso si contemplamos la historia y las luchas del Pueblo Trabajador Andaluz en los últimos siglos.

El relato histórico con respecto a Andalucía del Daesh es coincidente y complementario al del nacionalismo español; en ambos el Pueblo Trabajador Andaluz es inexistente. Ambas se basan en una falsedad histórica: la afirmación de la inexistencia de una población autóctona, unas relaciones de producción específicas y unas formas culturales propias en el espacio geográfico que hoy denominamos Andalucía.

Rechazamos estas narraciones ahistóricas de nuestra historia por sub-imperialistas – subalternas y funcionales a los intereses del imperialismo español peón y títere del imperialismo estadounidense- y afirmamos que Andalucía es una formación social históricamente determinada fruto de la combinación de una población con un espacio geográfico a lo largo de milenios. Desde los primeros poblamientos a los que podemos considerar pertenecientes a una civilización como los “Sepulcros Cupuliformes” representados por los Millares en Almería, pasando por el “Argar” y Tartessos hasta nuestros días, en Andalucía no ha existido otra cosa que la evolución de una misma cultura en un mismo espacio geográfico que va desde el levante de la Cordillera Bética hasta las costas Atlánticas de Huelva y el Algarve.

Nuestra lucha por una Andalucía soberana, socialista y feminista implica también la lucha por una Andalucía laica en la que las instituciones soberanas andaluzas no se relacionen con ninguna confesión religiosa. Nos sentimos herederas de la Constitución andaluza de 1883 que en su artículo 12 afirma “Andalucía no reconoce los votos religiosos”. Esto supone romper con el nacional-catolicismo tan practicado en el Estado español y con cualquier privilegio para esta u otra confesión religiosa.

La liberación de Andalucía pasa por su desmilitarización (retirada de bases militares estadounidenses, británicas y españolas) y por el rechazo de cualquier injerencia en los asuntos andaluces de las potencias imperialistas o las organizaciones que financian, como es el caso del Daesh.

Por todo ello rechazamos de la forma más tajante el fascismo fundamentalista del EI, financiado por las potencias imperialistas, así como el españolismo que está aprovechando estos momentos de confusión del Pueblo Trabajador Andaluz para sembrar su lectura autoritaria y negadora de nuestra historia.

 

¡Alto al fascismo fundamentalista del Daesh!

¡Abajo el imperialismo y sus títeres!

¡Viva Andalucía libre, socialista, feminista y laica!

 

Firman el comunicado:

Centro Andaluz del Pueblo “Javier Verdejo” de Almería – Centro Andaluz del Pueblo “Blas Infante” de Granada – Centro Andaluz del Pueblo “M.J. García Caparrós” de Málaga – colectivo Nazarí – Nación Andaluza – Sindicato Unitario de Andalucía

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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