Así podrían afectar los aranceles de Estados Unidos a Andalucía

El monocultivo del olivar, un espacio productivo dedicado fundamentalmente a la exportación.

La imposición de un arancel de un 20% a todas las exportaciones de la Unión Europea a Estados Unidos a partir del 9 de abril -si nada lo remedia- va a suponer un golpe para muchas empresas que forman parte de una economía modelada para satisfacer las necesidades de los países más ricos en lugar de las necesidades de los andaluces.

Sin duda, estamos ante un problema especialmente importante para un tejido productivo pensado para la exportación. Especialmente se verán afectadas las empresas del sector primario, pero no solo.

Nuestro país exportó bienes a Estados Unidos por valor de 3.138 millones en 2024, un 2,1% menos que el año anterior debido, sobre todo, a la bajada de los precios del crudo, uno de nuestros capítulos de ventas más importantes.

Casi todos los productos andaluces que se exportan a EEUU están incluidos en los aranceles. El único con un volumen de facturación importante que se salva es la energía (727,55 millones en 2024) por lo que la afectación, con los datos del año pasado, es de unos 2.400 millones, la mayor parte (1.350) del sector agroalimentario.

Andalucía concentra el 17,3% de las exportaciones del Estado español a EEUU y es la segunda nación en el ranking, tras Catalunya.

Este mercado ha estado en el punto de mira de muchas compañías andaluzas que vieron en él una oportunidad para diversificar y un gran margen de crecimiento dado el tamaño y la capacidad adquisitiva de los consumidores pero no tuvieron en cuenta las opiniones políticas de sus habitantes.

Según los datos de Andalucía Trade, EEUU concentró el 7,8% de las exportaciones andaluzas en 2024 (en el principio del primer mandato de Trump, en 2026, eran el 5%) y es el primer país de destino fuera de la UE, quinto tras Alemania, Francia, Italia y Portugal.

Los productos energéticos y el cobre, excluidos

EEUU ha excluido los productos energéticos de los aranceles, lo que significa que Cepsa -principal empresa petrolera con actividad en Andalucía- podrá seguir exportando allí sin tarifas adicionales.

Tiene su lógica. Estados Unidos vende bienes a Andalucía por valor de 3.300 millones de euros, lo que significa que Andalucía tiene déficit comercial (161 millones), pero eso se debe a que el 72% de lo que importa la comunidad son productos energéticos (2.279 millones en 2024). Para Estados Unidos, el intercambio de petróleo es muy lucrativo.

Tampoco entra en los aranceles el concentrado de cobre, lo cual es una buena noticia para el sector de la minería. Hace unos días, la consejera delegada de Atlantic Copper, Macarena Gutiérrez, afirmaba en la presentación de resultados que la firma exporta a EEUU entre el 10% y el 15% del concentrado de cobre que produce.

Por su importancia social y por el tejido productivo que hay detrás, es el aceite de oliva el producto más afectado, con 860 millones de facturación en 2024, una cifra récord debido a su alto precio el año pasado. Andalucía ha superado a Italia en penetración en el país y las empresas consideran que EEUU es un mercado clave por el margen de crecimiento (es el primer país fuera de la UE en consumo, pero no es mucho en términos absolutos) y por su asociación a la salud, un asunto que tiene mucha fuerza allí.

El aceite de oliva, en riesgo en EEUU

El escenario que viene es malo, pero es igual de malo para toda la UE. Recordemos que los aranceles del 25% en vigor entre 2019 y 2021 por el conflicto por las ayudas ilegales a Airbus se aplicaron solo a los países del consorcio aeronáutico, lo que perjudicó especialmente a Andalucía, por formar parte del territorio administrado por el Estado español, frente a competidores como Italia o Grecia. El aceite andaluz perdió el 80% del mercado y nuestras compañías tuvieron que importar aceite de otros países para envasarlo con su marca. Algunas, como Acesur, abrieron fábrica en EEUU, no solo por una apuesta a largo plazo por este mercado, sino porque la tarifa no se aplicaba al aceite a granel, solo al envasado. Ahora parece que el aceite de oliva tendrá arancel tanto a granel como en envasado, aunque aún no está claro del todo.

Recordemos que EEUU necesita importar aceite de oliva, ya que solo produce el 2,5% de lo que consume: se venden cerca de 400.000 toneladas y solo produce 10.000. La inmensa mayoría de la producción está en la UE, lo que previsiblemente llevará a un aumento de precios en los lineales, algo que no tiene por qué ser insalvable teniendo en cuenta que el consumidor tipo no mira el precio del producto (lo asocia a salud) y que ahora está bajando, precisamente.

En la aceituna llueve sobre mojado

La aceituna negra ya soporta un arancel del 31,5% con carácter general y previsiblemente ahora se le añadirá un 20% suplementario, lo que subirá la tasa al 51,5%. “Lo poco que nos quedaba, lo perdemos”, se resigna Antonio de Mora, director general de la patronal Asemesa. El arancel también supone un golpe para empresas que soportaban un gravamen más bajo al haber presentado alegaciones en la investigación que lleva a cabo EEUU: a Agro Sevilla (7,76% de arancel), Ángel Camacho (6,99%), Dcoop, Interoliva y Aceitunas del Guadalquivir, estas tres con el 7,32%, se les elevará de golpe un 20% las tasas que tendrán que pagar.

Este arancel no tiene que ver con la geopolítica sino con un conflicto que se remonta a 2018 por una demanda de dos empresas norteamericanas por prácticas antidumping y ayudas ilegales. Según la patronal Asemesa, se han dejado de facturar en EEUU 280 millones por esta tarifa adicional

Ahora se incluirá también en el arancel la aceituna verde, lo que previsiblemente conducirá a un aumento de precios también en los lineales. A diferencia de lo que sucede con la aceituna negra, Andalucía apenas tiene competidores en el verde, sobre todo Grecia, pero este país también soportará el 20% de arancel. El riesgo, igual que en el aceite de oliva, es perder consumidores en un producto que no forma parte de la cesta básica de la compra; y también que países como Marruecos, Egipto o Turquía, que ahora mismo copan solo el 10% del mercado, puedan crecer con fuerza aprovechando que la tasa para estos países es la mitad que la UE, el 10%.

La piedra natural, una de las grandes damnificadas

Fuera del ámbito agroalimentario, es el sector de la piedra natural, con 315 millones en ventas en 2024, el que tendrá mayor afectación. Las ventas, aquí, están protagonizadas por Cosentino, con una gran presencia en el mercado norteamericano. Allí concentra el 50% de las ventas y tiene 60 centros de trabajo. La firma tiene previsto levantar una fábrica en Florida, que estará operativa en 2028 y Eduardo Cosentino, CEO de la empresa en el país, fue nombrado hace poco presidente de la Asociación de Cocina y Baño de EEUU. El pasado mes de noviembre, su vicepresidente, Álvaro de la Haza, indicaba que su previsión era seguir creciendo en Estados Unidos, independientemente de los aranceles.

Fuentes: Diario de Sevilla.

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Francisco Vílchez

Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.

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