ALFON: “PODEMOS FUE UN PARTIDO TOLERADO, AL QUE SE DIO ALTAVOZ O SABLAZO DEPENDIENDO DEL MOMENTO POLÍTICO”

El joven ex preso político desmonta el discurso sobre “las cloacas”. “Es la esencia del Estado”, explica

Alfonso Fernández, más conocido como Alfon, es un joven militante revolucionario vallecano que fue condenado el 8 de enero de 2015 a cuatro años de cárcel por la Audiencia Provincial de Madrid, tras un montaje judicial. Hoy, con el bagaje y la experiencia de su paso por la prisión, reflexiona lúcidamente sobre el escándalo mediático provocado por los audios de Villarejo y García Ferreras relativos a Pablo Iglesias (…).

 Nota de la redacción:

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    Alfonso Fernández, más conocido como Alfon, es un joven militante revolucionario vallecano que fue  condenado el 8 de enero de 2015 a cuatro años de cárcel por la Audiencia Provincial de Madrid, que dio por buena la versión de los policías que lo detuvieron en  la mañana de la huelga general del 14 de noviembre de 2012 y lo acusaron de acudir a esta convocatoria “portando explosivos”.  Esta condena se unió a la que  recibió el 12 de diciembre de 2014, de un año de prisión por un delito de “resistencia en concurso ideal con un delito de lesiones”. Los movimientos sociales y políticos de izquierdas que apoyaron a Alfon denunciaron que había sido objeto de un montaje judicial. Tras su paso por la cárcel, y con el bagaje que esta experiencia le proporcionó, Alfon reflexiona hoy sobre el escándalo mediático provocado por los audios de Villarejo y García Ferreras relativos a Pablo Iglesias.

Por ALFON FERNÁNDEZ (*)

     Ahora que se ha levantado tanto revuelo en relación a la creación de noticias falsas para perseguir a rivales políticos, he decidido dejarme ver por aquí para explicar algunas cosas que he aprendido en estos años como represaliado político.

     A estas alturas a nadie le debería sorprender que exista una simbiosis de putrefacción entre agentes de la autoridad, propagandistas y políticos profesionales. Ya hemos asistido anteriormente a audios de ministros junto a policías donde conspiran contra sus enemigos y como el contenido de esas conversaciones aparecía después en boca de los propagandistas del régimen.

    Pero, ¿por qué ahora este revuelo y no antes?   Otoño de 2012. Tras varios años de agitación social, de huelgas generales y de convulsión en toda Europa, se desencadena una oleada de movilizaciones y acciones por parte de los sectores más conscientes y aguerridos de la clase obrera. El fuego que se extiende desde Asturias a Cádiz, pasando por ciudades donde la juventud empobrecida y desesperada se organiza, así como por los pueblos del sur, donde el campesinado se lanza a tomar lo que suyo en busca de tierra que labrar, empieza a quemar algo más que el mobiliario urbano.

    Ese consenso del 78 con el que llevaban décadas machacándonos a la sazón del Borbón, comienza a ser cenizas y la legitimidad del reino está en entredicho. En medio de esta lucha nos encontramos algunos. En mi caso yo tan solo había completado 21 primaveras, pero nos desvivíamos por buscar la forma de organizar y dar forma a la alternativa a la miseria a la que nos estaban condenando.

     La ingenuidad, junto con las ocho horas lectivas obligatorias hasta los 16 años en las que nos enseñan que vivimos en democracia, nos hizo confiar en que, si nuestra lucha era legítima, el poder no sería todo lo brutal que después fue con nosotros.

    Ese poder detecta a aquellos sectores conscientes y aguerridos que precisamente le están disputando eso, el poder, y pone su maquinaria represiva a trabajar, donde, por supuesto, está el aparato mediático, que es casi tan burdo como que te desnuden y te escupan en un calabozo.

    En ocasiones primero te detienen y luego sueltan el bulo. Otras veces sueltan el bulo, o los bulos, y cuando la población ya ha sido atemorizada ante el peligro de esos “delincuentes anarquistas” o esos “separatistas terroristas”, comienzan las detenciones.

“A mi entender, con el tiempo, se ha demostrado que Podemos fue permitido y controlado, dándoles el altavoz o el sablazo dependiendo del momento político y el contexto en la calle. Como he leído por aquí, lo que los Ferreras te daban, los Ferreras te lo quitaban”

   En alguna de esas ocasiones las detenciones acaban en prisión, ya sea preventiva o con condena en firme. Nosotros ya sabíamos desde hace mucho tiempo que el Estado tiene estructuras dedicadas a la persecución de sus enemigos.

    No son cloacas, es la esencia misma de un Estado que se quiere proteger de quienes le disputan lo único que en política es realmente definitivo, el poder. Tras aquel otoño de 2012, la oleada de movilizaciones vino acompañada de oleadas de detenciones, algunos ingresos en prisión y, por supuesto, noticias falsas y manipulaciones en todos los medios de comunicación adscritos al régimen. De mí llegaron a inventar que tenía antecedentes por delitos sexuales.

     Y en el año 2014 aparece Podemos. A algunos ya nos parecía sospechosos que mientras que a nosotros no paraban de atizarnos, a esta gente le pusiesen la alfombra roja, al fin y al cabo lo que reivindicaban como propias algunas de las posturas de quienes sufríamos esa persecución. Creo que en aquel momento era imposible saber que iba a pasar, y tanto confiar en ellos como no confiar eran opciones entendibles. A mi entender, con el tiempo, se ha demostrado que aquel proyecto fue permitido y controlado, dándoles el altavoz o el sablazo dependiendo del momento político y el contexto en la calle. En definitiva, como he leído por aquí, lo que los Ferreras te daban, los Ferreras te lo quitaban.

     Ahora nos encontramos ante las puertas de un más que posible otoño convulso. Y es hora de tomar posiciones. Intentarán darnos otra opción electoral controlada y para ello primero tienen que limpiar el nombre de la anterior.

     Pero que nadie se lleve a engaño, esto no puede ni debe ir de “políticas felices” ni de “proteger nuestra democracia”, esto va de construir una alternativa de poder desde la independencia política de la clase obrera, es decir, un movimiento donde nuestros intereses vitales sean la prioridad, donde esos intereses sean principios inamovibles y podamos contar con líderes actuales y futuros que no se dejen embaucar por la socialdemocracia tierna.

     Por lo tanto, debemos asumir que las difamaciones y las mentiras serán lo más suave a lo que nos vamos a enfrentar si, de verdad, queremos transformar la sociedad.

Pd: Perdonad por el tochazo, se que entro fuerte por estos lares, pero creo que la ocasión lo merecía.

(*) Extraido de la cuenta de Twitter de Alfon: https://twitter.com/alfon_fde

Fuente: Canarias Digital.

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