Agora Galiza: “La independencia nacional será resultado de la lucha popular bajo la dirección de la clase obrera”
Comunicado de la organización de la izquierda independentista gallega Agora Galiza con relación al juicio al que están siendo sometidos tres altos responsables del anterior gobierno de la Generalitat de Catalunya. Bilingüe, galego castellano:
(Castellano)
La independencia nacional será resultado de la lucha popular bajo la dirección de la clase obrera
Ante el juicio al que están siendo sometidos tres altos responsables del anterior gobierno de la Generalitat de Catalunya por haber organizado el 9 de noviembre de 2015 una consulta soberanista, y los llamamientos a la defensa de la legalidad española que utilizan en su defensa en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, Agora Galiza considera oportuno transmitir la posición del socialismo independentista galego sobre los acontecimientos en curso y las perspectivas que se divisan a corto/medio plazo.
El proceso independentista catalán es a día de hoy el eslabón más débil de la cadena de dominación del bloque oligárquico español sobre la clase trabajadora, las mujeres y las naciones sometidas por el imperialismo hispano.
El actual movimiento independentista catalán ha alcanzado una dimensión de masas como consecuencia de la combinación de un complejo conjunto de factores. A la prolongada y firme posición en defensa de un Estado catalán que ha caracterizado la acción teórico-práctica de la izquierda independentista en las últimas cinco décadas, hay que añadir la línea plenamente soberanista adoptada por un sector de ERC, y básicamente la reciente el reciente giro independentista adoptado por un sector destacado de la gran burguesía catalana articulada en el Partido Demócrata Europeo Catalán (antigua CiU).
Son también diversas las razones por las cuales la burguesía autonomista catalana -que durante el último siglo procuró meidante diversas fórmulas el encaje de Cataluña en España-, opta por quebrar su colaboracionismo y vocación de reformar/regeneral España.
La necesidad de abrir nuevos mercados para sus negocios sin la tutela de Madrid, el inmovilismo e incumplimiento de las promesas por parte del gobierno de Zapatero de conceder mayor autogobierno tras la no aceptación del Nuevo Estatuto plebiscitado y ratificado por el Parlament, la negativa de Mariano Rajói de reactualizar los acuerdos sobre financiación autonómica (Pacto Fiscal), el endurecimiento centralizador del cada vez más intolerante chauvinismo español, son algunas de las causas que permite entender porque un partido profundamente burgués, opta por asumir aparentemente en serio la opción independentista.
La profunda crisis estructural que sacude al capitalismo y sus consecuencias sobre las mayorías trabajadoras y populares combinada con la multicrisis del régimen español (política, institucional, económica, identidad) han facilitado que la izquierda independentista catalana alcanzase en la última década una acumulación de fuerzas en el ámbito social y político cuya expresión más espectacular es el éxito electoral plasmado en la bancada parlamentaria de la CUP en el Parlament y la presencia municipal en cientos de ayuntamientos.
El actual independentismo catalán es pues el fruto de la convergencia de estos tres vectores. Como movimiento transversal e interclasista, pero bajo la hegemonía pequeño-burguesa y burguesa (destacado rol de Artur Mas y del pujolismo), obviamente arrastra un conjunto de contradicciones, pero hasta el momento parece existir un acuerdo tácito sobre la estrategia de denominada “Vía Catalana” estructurada bajo el ambiguo lema del “derecho a decidir”.
El discurso de la “Vía Catalana” se asienta sobre conceptos claramente burgueses como “civilidad, concordia y pacífica voluntad de ser”. Según este relato Cataluña demuestra con hechos como logra superar el conflicto nacional sin recurrir a medidas “antidemocráticas” pues la “Vía Catalana” hacia la Independencia pasaría a la historia porque no contempla la vía insurreccional, apostando en la “civilizada vía de las urnas y de la palabra”.
Puro idealismo burgués que actualmente es un macroactivador de voluntades populares, pero como expresión del ilusionismo democraticista y parlamentarista es inviable de plasmar.
La democracia no es un concepto abstracto al margen de la lucha de clases tal como transmite la retórica del independentismo catalán. En las democracias burguesas, o mejor dicho en la dictadura de la burguesía bajo fachada democrática, no es posible que las mayorías ligren alcanzar sus reivindicaciones sin enfrentamiento cuando cuestionan la hegemonía del enemigo.
No es viable pactar la ruptura de España con la camarilla gansteril que hoy la dirige, ni se puede depositar la conquista de la independencia nacional en la autorización de hecho de la potencia ocupante. A medida que se aproxima la fecha de la consulta se alejan pues la probabilidades de alcanzar este objetivo porque la estrategia es simplemente errónea y no está dirigida por la clase obrera.
No sólo muy pocos pueblos lograron conquistar la independencia nacional sin enfrentarse con su metrópolis, en el caso concreto de la nación opresora no podemos obviar que el profundo carácter ultra-reaccionario del proyecto imperialista español y su actual deriva autoritaria y fascistizante imposibilita la implementación de la “Vía Catalana”.
Son básicamente tres los escenarios plausibles para desactivar la acumulación de fuerzas orientadas a ganar un plebiscito que necesita la “autorización” de hecho de la potencia ocupante:
1- La burguesía catalana pacta con Madrid una salida honrosa emanada del chantaje y las amenazas a las que puede ser sometido el clan Pujol, como paradigma del latrocinio que la caracteriza.
2- Si el proceso, fecha y día de la consulta, en las dos hipótesis:
Haciendo coincidir con un adelanto de las elecciones autonómicas o una consulta específica, la actual arquitectura jurídica del post-franquismo posee suficientes mecanismo para imposibilitar su realización. Mediante la aplicación del artículo 155 de la constitución de 1978 la autonomía catalana quedaría automáticamente bajo el control de funcionarios del Estado español.
Aplicando los artículos de “sedición” y “rebelión” contemplados en el Código Penal que va mucho más allá de amenazar con expedientes de pérdida de su puesto de trabajo a todo el funcionariado público que colabore en la organización de la consulta. La rebelión está penada con hasta 30 años de prisión y castiga “el alzamiento público y violento para declarar la independencia de una parte del territorio nacional”. La sedición se castiga con hasta 15 años de cárcel a quien se “alce pública y tumultuosamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las leyes o cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario público, o legítimo ejercicio de sus funciones o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o judiciales”.
3- Si la voluntad en pro de la desobediencia y el enfrentamiento se explicita con la determinación de realizar a toda costa la consulta, porque no es viable contemplar que España vuelva a ocupar militarmente Cataluña como en febrero de 1939? Porque la Unión Europea va a frenar los impulsos militaristas sobre las que se ha construido históricamente el imperialismo español, grabadas a sangre y fuego en su genética? Confiar en que Bruselas y Berlín no vayan a permitir que España saque los tanques es una lamentable ingenuidad temeraria, similar a creer que no construiría una muralla infranqueable en sus fronteras metiendo en campos de concentración a los refugiados de las guerras imperialistas que alimenta.
Lamentablemente el legalismo y el fetichismo democratizador burgués empapa el conjunto del movimiento independentista catalán unificando alrededor del “Derecho a decidir”.
De hecho ni la izquierda independentista catalana parece contemplar un escenario alternativo a la “Vía catalana” no tiene preparado un plan alternativo que haga frente a la represión a la que va a ser sometida la columna vertebral del movimiento soberanista, y mucho menos a la necesidad de articular las estructuras de contrapoder y mecanismos de acumulación insurgente consustanciales a una disputa de la hegemonía que sólo se resuelve por la fuerza.
Sin embargo, sea cual sea el escenario resultante, con refrendo o sin él, las contradicciones del propio régimen español van a continuar creciendo, por lo que el papel de la izquierda independentista es clave para la elevación de la conciencia nacional y de clase y la consecuente movilización de las clases populares en las calles.
Hace unos días una de las voces más autorizadas del unitarismo español en Cataluña, el ex-eurodiputado del PP Alejo Vidal-Quadras afirmaba en un tuit que “Fuera del marco del Estado de Derecho, los conflictos se resuelven por la fuerza. Son conscientes de eso los separatistas?”.
Sin lugar a dudas en las próximas semanas vamos a asistir o bien al reflujo de la acumulación de fuerzas de la “Vía Catalana” o a constatar el verdadero rostro del supremacismo imperialista español que no dudará en emplear toda la fuerza que necesite para evitar que el pueblo de Cataluña opte por conquistar y construir su futuro al margen de esta cárcel de pueblos llamada España.
Con toda la probabilidad en ese momento el movimiento desinflará porque ni la pequeña-burguesía, y mucho menos la burguesía, está dispuesta a poner en peligro su estabilidad y privilegios.
Agora Galiza saluda, como lleva haciendo desde su constitución, el movimiento independentista catalán, a quien desea que logre conquistar la tan deseada libertad, pero considera que ante el discurso único sobre la vía que hoy implementa, y guiados pior nuestra solidaridad internacionalista y apartadas/os de cualquier tentación ingerencista, creemos oportuno transmitir nuestras reflexiones como organización socialista y feminista galega de liberación nacional.
Visca Catalunya lliure i socialista!
Viva Galiza ceive e socialista!
O internacionalismo proletário e a ternura dos povos!
Dirección Nacional de Agora Galiza
En la Pátria, 10 de fevereiro de 2017
(Galego)
A independência nacional será resultado da luita popular sob direçom operaria
Perante o julgamento ao que estám sendo submetidos três altos responsáveis do anterior governo da Generalitat da Catalunha por terem organizado 9 de novembro de 2015 umha consulta soberanista, e os apelos à defesa da legalidade espanhola que utilizam na sua defesa no Tribunal Superior de Justiça da Catalunha, Agora Galiza considera oportuno transmitir a posiçom do socialismo independentista galego sobre os acontecimentos em curso e as perspetivas que se divisam a curto/meio prazo.
O processo independentista catalám é a dia de hoje o elo fraco da cadeia da dominaçom do bloco oligárquico espanhol sobre a classe trabalhadora, as mulheres e as naçons submetidas polo imperialismo hispano.
O atual movimento independentista catalám atingiu umha dimensom de massas como consequência da combinaçom de um complexo conjunto de fatores. À prolongada e firme posiçom em defesa de um Estado catalám que tem caraterizado a açom teórico-prática da esquerda independentista nas últimas cinco décadas, há que acrescentar a linha plenamente soberanista de ERC, e basicamente a recente viragem independentista adotada por um setor destacado da grande burguesia catalana articulada no Partido Democrata Europeu Catalám [antiga CiU].
Som também diversas as razons polas quais a burguesia autonomista catalana -que durante o último século procurou mediante diversas fórmulas o encaixe da Catalunha em Espanha-, opta por quebrar o seu colaboracionismo e vocaçom de reformar/regenerar Espanha.
A necessidade de abrir novos mercados para os seus negócios sem a tutelagem de Madrid, o imobilismo e incumprimento das promessas polo governo de Zapatero de conceder maior autogoverno após nom aceitar o Novo Estatut plebiscitado e ratificado polo Parlament, a negativa de Mariano Rajói de reatualizar os acordos sobre financiamento autonómico [Pacto fiscal], o endurecimento centralizador do cada vez mais intolerante chauvinismo espanhol, som algumhas das causas que permitem entendermos porque um partido de ordem, profundamente burguês, opta por assumir aparentemente a sério a opçom independentista.
A profunda crise estrutural que sacude o capitalismo e as suas consequências sobre as maiorias trabalhadoras e populares combinada com a multricrise do regime espanhol [política, institucional, económica, identidade] tem facilitado que a esquerda independentista catalana atingisse na última década umha acumulaçom de forças no ámbito social e político cuja expressom mais espetacular é o êxito eleitoral plasmado na bancada parlamentar da CUP no Parlament e a presença municipal em centenares de concelhos.
O atual independentismo catalám é pois fruto da convergência destes três vetores. Como movimento transversal e interclassista, mas sob a hegemonia pequeno-burguesa e burguesa [destacado rol de Artur Mas e do pujolismo], obviamente arrasta um conjunto de contradiçons, mas até o momento semelha existir um acordo tácito sobre a estratégia da denominada “Via Catalana” estruturada sob a ambígua palavra de ordem do “direito a decidir”.
O discurso da “Via Catalana” assenta-se sobre conceitos claramente burgueses como “civilidade, concórdia e pacífica vontade de ser”.
Segundo este relato a Catalunha demonstra com factos como logra superar o conflito nacional sem recurrir a medidas “antidemocráticas” pois a “Via Catalana” face a Independência passaria à história porque nom contempla a via insurrecional, apostando na “civilizada via das urnas e da palavra”.
Puro idealismo burguês que atualmente é um macroativador de vontades populares, mas como expressom do ilusionismo democraticista e parlamentarista é inviável de plasmar.
A democracia nom é um conceito abstracto à margem da luita de classes tal como transmite a retórica do independentismo catalám. Nas democracias burguesas, ou melhor dito na ditadura da burguesia sob fachada democrática, nom é possível que as maiorias logrem atingir as suas reivindicaçons sem confrontamento quando questionam a hegemonia do inimigo.
Nem é viável pactuar a rutura de Espanha com a camarilha gansteril que hoje a dirige, nem se pode depositar a conquista da independência nacional à autorizaçom de facto da potência ocupante. A medida que se aproxima a data da consulta afastam-se pois as probabilidades de atingir este objetivo porque a estratégia é simplesmente errónea e nom está dirigida pola classe obreira.
Nom só mui poucos povos lográrom conquistar a independência nacional sem confrontar com a sua metrópole, no caso concreto da naçom opressora nom podemos obviar que o profundo caráter ultrareacionário do projeto imperialista espanhol e a sua atual deriva autoritária efascistizante impossibilita a implementaçom da “Via Catalana”.
Som basicamente três os cenários plausíveis para desativar a acumulaçom de forças visadas para ganhar um plebiscito que necessita a “autorizaçom” de facto da potência ocupante:
1- A burguesia catalana pactua com Madrid umha saída honrosa emanada da chantagem e ameaças à que pode ser submetido o clam Pujol, como paradigma do ladrocínio que a carateriza.
2- Se o process data o dia da consulta, nas duas hipótses: fazendo-a coincidir com um adianto das eleiçons autonómicas ou umha consulta específica, a atual arquitetura jurídica do postfranquismo possui suficientes mecanismos para impossibilitar a sua realizaçom. Mediante a aplicaçom do artigo 155 da constituiçom de 1978 a autonomia catalana ficaria automaticamente sob o controlo de funcionários do Estado espanhol.
Aplicando os artigos de “sediçom” e “rebeliom” contemplados no Código Penal que vam muito mais alá de ameaçar com expedientes de perda do seu posto de trabalho a todo o funcionariado público que colabore na organizaçom da consulta. A rebeliom está penada com até 30 anos de prisom e castiga “o alçamento público e violento para declarar a independência dumha parte do território nacional”.
A sediçom castiga com até 15 anos de cárcere a quem que “se alce pública e tumultuariamente para impedir, pola força ou fora das vias legais, a aplicaçom das leis ou qualquer autoridade, corporaçom oficial ou funcionário público, o legítimo exercício das suas funçons ou o cumprimento dos seus acordos, ou das resoluçons administrativas ou judiciais”.
3- Se a vontade em prol da desobediência e o confronto se explicita com a determinaçom de realizar a toda a custa a consulta, porque nom é viável contemplar que Espanha volte a ocupar militarmente Catalunha como em fevereiro de 1939? Porque a Uniom Europeia vai frear as pulsons militaristas sobre as que se tem construido historicamente o imperialismo espanhol, gravadas a sangue e fogo na sua genética? Confiar em que Bruxelas e Berlim nom vai permitir que Espanha saque os tanques é umha lamentável ingenuidade temerária, similar a acreditar que nom ia construir umha muralha infranqueável nas suas fronteiras metendo em campos de concentraçons aos refugiados das guerras imperialistas que alimenta.
Lamentavelmente o legalismo e o fetichismo democraticista burguês empapa o conjunto do movimento independentista catalám unificado à volta do “Direito a decidir”.
De facto nem a esquerda independentista catalana parece contemplar um cenário alternativo à “Via Catalana”, nom tem preparado um plano alternativo que faga frente à repressom a que vai ser submetida a coluna vertebral do movimento soberanista, e muito menos a necessidade de articular as estruturas de contrapoder e mecanismos de acumulaçom insurgente consubstanciais a umha disputa de hegemonias que só se resolve pola força.
Porém, seja qual for o cenário resultante, com referendo ou sem ele, as contradiçons do próprio regime espanhol vam continuar crescendo, polo que o papel da esquerda independentista é chave para a elevaçom da consciência nacional e de classe e a conseguinte mobilizaçom das camadas populares nas ruas.
Há uns dias umha das vozes mais autorizadas do unitarismo espanhol na Catalunha, o ex-eurodeputado do PP Alejo Vidal-Quadras afirmava num tuit que “Fora do marco do Estado de Direito, os conflitos resolvem-se pola força. Som conscientes disso os separatistas?”.
Sem lugar a dúvidas nas vindouras semanas vamos assistir ou bem ao refluxo da acumulaçom de forças da “Via Catalana” ou a constatar o verdadeiro rosto do supremacismo imperialista espanhol que nom duvidará em empregar toda a força que necessite para evitar que o povo da Catalunha opte por conquistar e construir o seu futuro à margem desta cárcere de povos chamada Espanha.
Com toda probabilidade nesse momento o movimento desinflará porque nem a pequena-burguesia, e muito menos a burguesia, está disposta a por em perigo a sua estabilidade e privilégios.
Agora Galiza saúda, como leva fazendo desde a sua constituiçom, o movimento independentista catalám, a quem deseja que logre conquistar a tam desejada liberdade, mas considera que perante o discurso único sobre a via que hoje implementa, e guiad@s pola nossa solidariedade internacionalista e afastad@s de qualquer tentaçom ingerencista, achamos oportuno transmitir as nossas reflexons como organizaçom socialista e feminista galega de libertaçom nacional.
Visca Catalunya lliure i socialista!
Viva Galiza ceive e socialista!
O internacionalismo proletário e a ternura dos povos!
Direçom Nacional de Agora Galiza
Na Pátria, 10 de fevereiro de 2017
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