Acusan a Adelante Andalucía de “escupir en la cara de docenas de economistas andaluzas” al hilo de la renovación de la Cámara de Cuentas
La renovación de la Cámara de Cuentas -cuyos miembros son nombrados por el Parlamento andaluz (en un ejercicio de hipocresía ya que este órgano ha de controlar las cuentas de las instituciones públicas que gestionan miembros de esos partidos que nombran a los miembros de dicho órgano)- está siendo más polémica de lo acostumbrado.
A las polémicas partidarias habituales se ha sumado la denuncia de Juan Torres López que ha publicado recientemente un texto -publicado en su web con miles de visitas diarias- con el significativo título “Adelante Andalucía debe rectificar inmediatamente si no quiere escupir en la cara de docenas de economistas andaluzas“. Torres López es un significado economista keynesiano de origen andaluz, catedrático de la Universidad de Sevilla en el Departamento de Análisis Económico y Economía Política y autor de decenas de estudios y ensayos económicos.
En dicho texto Torres López, haciendo alarde de haber tenido hasta ahora una gigantesca ingenuidad, acusa a Adelante Andalucía de ser un partido más del Régimen:
Muchos creímos que los nuevos partidos que se han incorporado a la vida política española, y en especial Podemos que fustigó a los demás por este tipo de vicios, traerían consigo nuevas prácticas a la hora de elegir para esos órganos a quienes en virtud de su representatividad les pudiera corresponder. Pero no es así.
Adelante Andalucía acaba de dar otra muestra de que es inútil confiar en esa formación para esperar regeneración y para que luche con coherencia contra los vicios de la vieja política.
Pero el grueso del texto es una denuncia de la actitud de Adelante Andalucía que ha optado por proponer a un economista de otra nación como miembro de la Cámara de Cuentas andaluza -Daniel Albarracín (Madrid, 1973)- en lugar de proponer, como parece de sentido común, a un o una economista andaluces.
Juan Torres acaba de darse cuenta del carácter españolista y por lo tanto colonial de Adelante Andalucía y argumenta con bastante razón:
Puede que esta persona esté preparada para ser consejero del órgano encargado de fiscalizar la gestión financiera, contable y económica de los fondos públicos en Andalucía pero lo que me parece escandaloso es que haya que traer a un hombre de fuera de Andalucía para ese cometido. Aquí hay docenas de mujeres economistas y auditoras de todas las sensibilidades políticas y por supuesto también progresistas, de izquierdas e incluso simpatizantes o afiliadas a Podemos e Izquierda Unida, que con toda seguridad se puede afirmar que están mejor preparadas que la persona de fuera de Andalucía que ha sido propuesta por Adelante Andalucía para formar parte de nuestra Cámara de Cuentas.
Bien es cierto que en esta legislatura no es el primer partido que hace un ejercicio de este tipo en las instituciones andaluzas. El gobierno de la Junta (PP-C’s-Vox) fichó a Enric Milló (Terrasa, 1960) -ex-delegado del gobierno en Catalunya y responsable directo de la brutal represión el 1 de octubre de 2017 contra el Pueblo Catalán- como responsable de Acción Exterior y recientemente también ha fichado a Tomás Burgos (Valladolid, 1962) -cuyo mayor mérito es haber sido el primer político pillado con un currículo falso- como secretario general de la Presidencia de la Junta.
Juan Torres López también ha “descubierto” que Adelante Andalucía, como cualquier otro partido burgués en las democracias representativas, escribe una cosa en su programa y luego hace otra. Así lo denuncia finalizando su misiva:
Decía Adelante Andalucía en su programa electoral:
– “Necesitamos la voluntad política y el poder propio suficientes para construir una nueva estructura económica sobre una base (…) feminista….”,
– “Es preciso revisar el mecanismo de selección de sus integrantes (de la Cámara de Cuentas), reforzando su independencia”.
– “El carácter andalucista de Adelante Andalucía es un elemento vertebrador de nuestros objetivos de gobierno” y “queremos abrir una senda alternativa y ambiciosa basada en (…) el empoderamiento de Andalucía”.
Si es cierto que Adelante Andalucía está por la transparencia y por impulsar un nuevo tipo de hacer política y si quiere ser consecuente con su programa electoral está obligada a renunciar a la propuesta que ha hecho para la Cámara de Cuentas, que sólo puede explicarse por razones de amiguismo político, y proponer en su lugar a una mujer andaluza economista o auditora para ese puesto.
El economista Torres López ha sido hasta ahora acérrimo legitimador de la Andalucía “autonómica” altamente dependiente, sin soberanía política y alienada culturalmente. Quizás este ejemplo práctico -que denuncia con vehemencia- de las consecuencias de la dependencia de Andalucía le haga plantearse el estatus político de nuestro país. Eso esperamos.
Martín Uad para La Otra Andalucía
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