El gobierno español aumenta la venta de armas a Arabia Saudí

En el primer semestre de 2018, el último con Mariano Rajoy en La Moncloa, el 10,8% de las exportaciones de armas estatales fueron a Arabia Saudí, su tercer mejor cliente mundial. Un año después, solo el 0,95% del armamento español acabó en Riad, que bajó al número 13 en la lista de compradores. Tan drástica caída se debió al cambio de política que impuso Pedro Sánchez al llegar al poder. Pero el grifo, que nunca se cerró del todo, se ha reabierto y las exportaciones vuelven a manar, aunque con “restricciones”. Nación Andaluza ha deunciado públicamente y ante Fiscalía el tráfico de armamento que se produce desde El Fargue (Granada) hacia el puerto de Motril, sin que la Fiscalía haya visto indicios de delito ni riesgo para la población en esta actividad ¿Casualidad?

El Gobierno remitió ayer al Congreso las estadísticas de exportación de material de defensa y doble uso correspondientes al año 2018 y al primer semestre de 2019. Estos datos debían publicarse cada seis meses, pero la larga etapa de interinidad política ha demorado año y medio su difusión. Se trata, por tanto, del primer informe sobre las exportaciones españolas de armas desde la llegada de Pedro Sánchez al poder en junio de 2018. Estos son sus puntos más destacados:

Caída en 2018, subida en 2019. España vendió material de Defensa por 3.720,4 millones de euros en 2018, lo que supuso una disminución del 14,4% respecto al año anterior. No cabe atribuir esa caída al nuevo Gobierno, pues entre enero y junio de ese año, gobernando el PP, ya disminuyó el 16,5%. Por el contrario, en el primer semestre de 2019, con el Ejecutivo socialista, las exportaciones sumaron 2.413 millones, un 41,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Más de la mitad de las exportaciones de armas españolas (68,4% en 2018 y 55,8% en 2019) tienen como destino países de la OTAN o la UE. En torno al 85% de las ventas corresponden al sector aeronáutico y, en particular, a la empresa Airbus.

Menos ventas a Riad. Las ventas a Arabia Saudí suponen el capítulo más espinoso de las exportaciones de armas, como prueba el hecho de que la primera crisis internacional del Gobierno de Sánchez se produjera por el amago de cancelar la entrega de 400 bombas de precisión vendidas por el Gobierno del PP a Arabia Saudí. Desde el inicio de la guerra de Yemen, en 2015, Riad ha sido uno de los mejores clientes de la industria militar española. En el primer semestre de 2018 ocupó la tercera posición, con 183,4 millones, el 10,8% del total. Ese año lo acabó con 235,3 millones (6,3%), bajando al sexto puesto. Entre enero y julio pasado, con 23,5 millones (0,95%), ya no estaba ni siquiera entre los 10 primeros.

Autorizaciones aparcadas. La caída se debió a que en el segundo semestre de 2018, primero del Gobierno del PSOE, no se autorizó ningún nuevo contrato. Se trató, sin embargo, de un frenazo temporal pues, entre enero y junio del año pasado, se dieron 15 nuevas licencias por 216 millones. Además, aunque aún no figura en la estadística oficial, se firmó el contrato de cinco corbetas del astillero público Navantia por 1.800 millones, por lo que Riad volverá a los primeros puestos del ranking de clientes en un futuro próximo.

No a las “armas letales”. Fuentes de la Secretaría de Estado de Comercio aseguran que “no ha habido un embargo a Riad, ni una revocación de licencias ya concedidas o un bloqueo de las nuevas”. Lo que ha habido, reconocen, es “una ralentización” de las autorizaciones, pues “se ha requerido más información a las empresas” y se han estudiado las operaciones “caso por caso”. No se ha anulado ningún contrato y se ha permitido la entrega de los ya autorizados, incluso con “rectificados”, que pueden suponer ampliaciones. En 2018 se vendieron a Riad armas, municiones, bombas y direcciones de tiro por 110 millones y hasta julio de 2019, por 10. Además, se entregaron 21 piezas de artillería y un mortero. Según Comercio, no se ha autorizado ningún “contrato nuevo de armamento letal”; es decir, armas de fuego y munición de distintos calibres. Una empresa española firmó a finales del año pasado un contrato para suministrar a corto plazo proyectiles por 150 millones a Riad que no ha sido autorizado.

Emiratos, socio de coalición. Las restricciones impuestas a Riad se aplican también a Emiratos Árabes Unidos (EAU), su socio de coalición en Yemen. En 2018, se autorizaron ventas por 278 millones. El año pasado se aprobó la venta de munición por valor de 13,5 millones pero, según Comercio, se trata de granadas fumígenas e iluminantes, no de armas letales. En 2018, se vetó la entrega de una partida de 16.000 bombas de aviación cargadas con tritonal por 176,7 millones.

Cancelaciones con Venezuela. Al contrario que con Riad, España ha suspendido cuatro licencias ya aprobadas para Caracas: mantenimiento de helicópteros (2,8 millones de euros), suministros para un avión Cessna (660.000 euros) y sistemas electroópticos (nueve millones). Y también ha denegado la ampliación de un contrato de modernización de carros de combate. Todo ello, por “la inestabilidad interna” del país y la “falta de reconocimiento por parte del Gobierno español de las autoridades receptoras de los productos”; en alusión al régimen de Maduro.

Adiós a Irán. Teherán, que fue uno de mejores clientes de los productos españoles de doble uso (civil y militar) ha dejado de serlo, pese al levantamiento de las sanciones de la UE en 2016. Si ese año las ventas sumaron 36,2 millones, en 2018 bajaron a 3,3. Washington no solo amenaza a las empresas que comercian con Irán, sino a los bancos que financian estas operaciones.

Fuente: www.elpais.es

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Francisco Vílchez

Andaluz de Granada (1980). Grado en Humanidades en la UGR. Pluriempleado en el sector servicios y aficionado a hablar de lo que la prensa no dice ni pío.

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