XIII Congreso del Sindicato Unitario de Huelva

Este 1 de febrero de 2020 se ha celebrado el XIII Congreso del Sindicato Unitario de Huelva, A continuación tienes la ponencia presentada por la nueva Secretaría General Colegiada y que fue aprobada, tras el oportuno debate, por unanimidad.

PONER EN VALOR
Síndrome de Estocolmo

Tanto quienes somos de la provincia o vivimos en ella, como particularmente, quienes somos o vivimos en el municipio de Huelva, no solemos valorarnos positivamente, ni a nosotros y nosotras mismas, ni a quienes nos precedieron en esto de nacer, vivir y/o trabajar aquí, ni   valorar las herencias que nos legaron.
Pongamos un ejemplo, la ciudad de Huelva se vuelca en la festividad del Rocío, estableciéndose una dura competencia de popularidad entre ella, la virgen del Rocío, y la de la Cinta. También se celebra, desde el orgullo institucional casposo, el llamado Descubrimiento de América, aunque el municipio afectado fue Palos de Moguer, como se le llamaba entonces, independientemente de usar un hecho que supuso el genocidio de centenares de pueblos y civilizaciones y la condición para el surgimiento del sistema más criminal de la Historia, el Capitalismo.
Y luego  está la pasión por el Recre, subproducto de la colonización inglesa de las ¾ partes de la provincia, de la apropiación del imperialismo inglés de nuestras riquezas y del trabajo  de nuestra gente y de quienes vinieron a dejar su sangre en las minas a cambio de pan. Ahora se muestra con orgullo, al mundo entero, la alegría que nos rebosa ante aquella invasión, conservando y poniendo en valor sus huellas: el barrio  Reina Victoria, las minas de Riotinto, el  muelle del Tinto, la Casa Colón… el llamado “legado inglés”. Y Hablando  del legado inglés y como curiosidad, durante la “ocupación” inglesa, las festividades en ese territorio al año eran  Navidad, Viernes Santo y el cumpleaños de la Reina Victoria de Inglaterra.
Hoy en día proliferan por toda la provincia festivales medievales en un territorio como es el de la provincia andaluza de Huelva donde NUNCA HUBO Edad Media. Es más, el legado andalusí que produjeron quienes nos precedieron en esto de ser andaluces y andaluzas fue el que permitió a Europa salir de la Edad Media y comenzar su Renacimiento.
Todos estos hitos históricos británicos se han convertido en mitos del onubensismo, al ser financiados, a manos llenas con nuestro dinero público y con el de algunos empresarios muy onubenses como Antonio Ponce, por poner un solo ejemplo en representación de quienes cierran empresas, se enriquece con el trabajo ajeno y acaparador de subvenciones a fondo perdido de las Instituciones públicas.
Son los mitos de dominación, mediante el cual la población pobre y explotada onubense, la mayoritaria, nos sentimos hermanad@s gracias a las Vírgenes, nos sentimos comunidad gracias al genocidio y al exterminio de personas en todos  los continentes para el enriquecimiento de nuestros ricos, porque los pobres somos siempre pobres independientemente del grado de riqueza de nuestros  ricos, y nos sentimos orgullosos descendientes de conquistadores, dominadores, extorsionadores, colonialistas, imperialistas que además eran machistas y racistas.
Las que estamos aquí, las personas que nos congregamos en este XIII Congreso del Sindicato Unitario de Huelva, también estamos afectadas en mayor o menor grado, por este particular síndrome de Estocolmo que padecen todos los pueblos colonizados. Tanto  es así que nuestros hechos históricos propios, lo que lograron nuestros antecesores, los que verdaderamente nos dieron la oportunidad de nacer y vivir, ni siquiera los conocemos. Y si acaso nos lo cuentan, no pueden competir con la reprogramación de nuestros cerebros a través de aquellos mitos de dominación.
Ni calles, ni homenajes, ni subvenciones, ni organizaciones que reivindiquen nuestros propios mitos, que son mitos de liberación frente a los de las fuerzas ocupantes.

Afectados por esta enfermedad mental, en más o menos grados, incluso quienes nos negamos a participar en las festividades del poder constituido, no tenemos nada que festejar, no velamos por nuestra historia, no festejamos nada nuestro, las festividades del pueblo, las festividades del poder constituyente, nuestros mitos de liberación… (Huelva tartésica, yacimientos destrozados en La Orden, 4 de diciembre, luchas obreras en las minas…)
Porque si a los mitos de dominación no les oponemos y enfrentamos nuestros mitos de liberación nos quedamos sin alma, sin espíritu, sólo carne humana para la explotación capitalista, sus recursos humanos, antes llamados “instumentumvocale”, instrumentos  que hablan.
Y al padecer esta enfermedad que nos  deja sin alma, tampoco  valoramos a nuestra propia organización sindical.

Memoria de una historia sindical combativa
Desde su fundación el S.U. ha sido un grano en el culo tanto para los sindicatos mayoritarios que veían cómo a su lado se defendían posturas asamblearias contrarias a sus direcciones,  como por la patronal que veían enfrente a un sindicato autogestionado que nada tenía que agradecer y que se sentía libre para llevar sus reivindicaciones hasta las últimas consecuencias.
Tenemos una historia humilde pero combativa,  hemos tenido y tenemos compañeras y compañeros que se han dejado y dejan la piel para mejorar las condiciones de vida de la clase obrera. Son muchos y muchas, pero no queremos nombrar a nadie porque la memoria es complicada y acabaríamos dejando personas sin nombrar, pero en nuestras mentes están su recuerdo y sus conquistas.
No saldrán en las hemerotecas ni en los reportajes de la 2, los Medios nunca nos han acompañado, pero está en nuestra memoria sindical colectiva. Gracias a sus esfuerzos y a su militancia nos encontramos hoy aquí, en este congreso, heredando su espíritu crítico, su audacia, sus ganas de permanecer vivas pese a todo.
Pero somos pocas personas, es necesario salir y presentarse de nuevo en sociedad con la mejor carta de presentación que tenemos, nuestra historia como sindicato rebelde.
Las cosas son en cuanto que se nombran o lo que no se nombra no existe y mucho de esto hay en nuestra historia presente, sabemos que somos y que estamos pero hay que proyectarlo al resto de la sociedad. ¿Cuánta gente sabe qué somos? ¿Cuánta gente sabe lo que nos diferencia? ¿Cuánta gente nos identifica? Hay que salir para decir que aquí estamos, de la mejor forma que sabemos, haciendo sindicalismo de base y de clase, siempre orgullos@s.
Hemos extendido nuestro modelo sindical, constituyendo el Sindicato Unitario  de Andalucía, con camaradas en Jaén, Sevilla, Cádiz, Málaga y Almería. Pasando a ser considerados por la izquierda de Andalucía como un sindicato de referencia.
Los Congresos del Sindicato Unitario de Andalucía, sus órganos de dirección y su actividad aún dependen casi al 100% de nuestro sindicato de Huelva. Sois, somos los mejores y mejores seremos si nos vamos creyendo lo que somos. Nuestra realidad, nada de teoría. Honestidad, contundencia, independencia, democracia, camaradería, ayuda mutua, solidaridad, humanidad… estos son los valores que desprendéis y que cuando lo hacéis desde el Sindicato Unitario nos convierten en el germen más mortífero para el capitalismo y los capitalistas. Pero hace falta eso, creer, tener fe en nosotros y nosotras, fe en las posibilidades de nuestra clase, fe en las de nuestro pueblo.

El II Congreso del Sindicato Unitario de Andalucía se hizo bajo el lema de “a la ofensiva”. El III “organizando y dirigiendo la ofensiva”. Y a la ofensiva nos pusimos entonces y ahora somos un sindicato de referencia en la izquierda andaluza. Pero ha sido una ofensiva espontánea, sin planificación rigurosa, a la aventura, a ver que podíamos hacer, hasta dónde llegar… Ahora todo lo alcanzado debe servir para seguir creciendo para poder vencer a los explotadores y explotadoras. Ahora tenemos que organizar y dirigir la ofensiva, pero sólo lo podremos llevar adelante si nos lo creemos.
Todo lo expuesto hasta aquí tan solo corresponde a un escaso 10% de nuestra actividad ya que, como todos sabemos, el resto hasta el 100% corresponde a elecciones, consultas, demandas, negociaciones, apoyo emocional, consuelo… Eso sí, con nuestros errores, como el que por primera vez desde que hacemos los congresos cada cuatro años, desde 1995, 24 años ya, es la primera vez que no hay presentada ponencias, ni cumplido los plazos del Reglamento… Pero inexplicablemente es la vez que más gente se está interesando en participar y en colaborar en las tareas que han hecho posible la celebración de este congreso.
Esto significa dos cosas. Una  que se prorrogan las ponencias del congreso anterior que marcan la línea sindical a seguir por la dirección del sindicato durante los próximos cuatro años que, por lo tanto, ratifica todo lo hecho y acordamos a su continuación. Por otro lado también significa que podemos ser más eficaces si toda la asistencia a este congreso terminamos por creernos el poder que tenemos de cambiar a mejor nuestras condiciones de vida y de trabajo y la de toda la clase obrera y del pueblo andaluz.

Reforma o Revolución
Este es el punto central de las ponencias que hemos prorrogado y de las que se acaban de aprobar en el III Congreso del Sindicato Unitario de Andalucía. En concreto, no optamos a ser un sindicato de referencia más en Andalucía, sino el sindicato de referencia andaluz, de clase y revolucionario. Ganarnos la hegemonía y, por  lo tanto, la dirección de nuestro  pueblo y de nuestra clase en la lucha  anticapitalista y por una sociedad democrática, libre, antipatriarcal,  no sexista y socialista, haciendo  efectivo el artículo 1º de la Constitución andaluza de 1883 y por la abolición del trabajo asalariado y esclavo. Hacernos dueños y dueñas de lo que producimos. Dejar de ser la clase explotada y convertirnos en la clase productora.
Hemos analizado en las ponencias prorrogadas y en las aprobadas en el III Congreso, que existen inmejorables condiciones  para el avance de las posiciones revolucionarias frente a las reformistas. El Estado español y la Unión Europea están en crisis económica y política. La democracia liberal ya no es sinónimo de Estado del Bienestar sino de Estado de la Precariedad. Es nuestro momento.

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Carlos Ríos

Vine al mundo en Granada en 1977. Soy licenciado en Geografía y trabajador en el sector de la enseñanza. Escribí "La identidad andaluza en el Flamenco" (Atrapasueños, 2009) y "La memoria desmontable, tres olvidados de la cultura andaluza" (El Bandolero, 2011) a dos manos. He hecho aportaciones a las obras colectivas "Desde Andalucía a América: 525 años de conquista y explotación de los pueblos" (Hojas Monfíes, 2017) y "Blas Infante: revolucionario andaluz" (Hojas Monfíes, 2019).

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