100 altos funcionarios y oficiales de la República Árabe Siria en el exilio podrían estar organizando la Resistencia
Un artículo en al-Hurra destaca el destino incierto de casi 100 altos funcionarios y oficiales del derrocado régimen sirio de Bashar al-Assad, que huyeron a Irak después del colapso de su gobierno.
En diciembre pasado, 2.493 soldados, oficiales y funcionarios sirios cruzaron la frontera entre Irak y Siria a través del cruce de Abu-Kamal. La mayoría de ellos (1.905) fueron devueltos a Siria por las autoridades iraquíes, pero un grupo de unas 100 personas se negó a regresar, alegando riesgos para su seguridad. El grupo fue trasladado inmediatamente de Anbar a Bagdad bajo fuerte custodia, pero su destino final sigue siendo desconocido.
Las autoridades iraquíes, incluidos portavoces del ejército y del gobierno, se han negado a hacer comentarios sobre el asunto, y el Ministerio del Interior ha negado oficialmente haberles concedido la residencia temporal. Sin embargo, fuentes locales indican que estos funcionarios y oficiales se dividieron en varios grupos: algunos habrían sido exfiltrados a Rusia, Bielorrusia y un país del Golfo, mientras que otros fueron instalados en un complejo residencial en Bagdad. Incluso se informó de que un grupo fue trasladado al campamento Ashraf, en la provincia de Diyala, junto con milicias proiraníes como Fatemiyoun y Zainabiyoun.
La cuestión va más allá de la simple acogida de refugiados políticos. Según los expertos iraquíes, Irán ha instalado una “sala de operaciones” con estos oficiales sirios para reactivar las células pro-Asad en Siria e influir en la situación política del país, especialmente en la costa siria y en Homs. Según se informa, una reunión reciente entre oficiales iraníes, líderes de milicias iraquíes y algunos de estos ex oficiales sirios tuvo lugar en Najaf, lo que sugiere una participación directa del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI).
El asunto amenaza con exacerbar las tensiones entre Irak y la nueva administración siria, que busca pasar la página de la era Assad. Irak, donde las facciones proiraníes dominan el panorama político, podría encontrarse en una situación delicada debido a la presión internacional y los riesgos asociados a albergar a figuras clave del antiguo régimen sirio.
En resumen, la presencia de estos ex oficiales en Irak no se limita a un problema de refugiados: revela una estrategia iraní más amplia destinada a mantener su influencia en Siria a través de estos ex ejecutivos militares y de seguridad.
Fuente: Syria News.
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