Cazalilla “pasea” la pava en vez de lanzarla (vídeos)

La pava ha sido una vez más la protagonista en la celebración de la festividad de San Blas en Cazalilla (Jaén), pero en esta ocasión no ha sido lanzada desde el campanario de la parroquia Santa María de la Magdalena, lo que constituye un triunfo para los animalistas.

El animal apareció en la plaza portado por un hombre que lo ha paseado entre la multitud, como poco después ha ocurrido con una segunda pava. La confusión ha rodeado el momento, sobre las 18,55 horas de este miércoles, en que de pronto se ha visto al animal y se ha empezado a escuchar “sí sí sí, la pava ya está aquí”, según han explicado a Europa Press fuentes presenciales. La sorpresa ha llegado al constatar que no ha caído planeando como suele ser habitual al ser arrojada desde la torre, que ha permanecido cerrada.

“Un hombre ha llegado con una pava bajo el brazo desde una calle cercana a la iglesia y poco después otro llegaba con otra más pequeña”, han comentado. Numerosas personas se habían congregado en el entorno del templo para asistir a esta tradición, no sólo a cazalilleros, sino también de poblaciones cercanas como Mengíbar, Espeluy, Villanueva de la Reina o Lahiguera. Muchas de ellas coreaban durante la espera cánticos como “queremos la pava”, “que viva la pava, la pava la mejor” o “que la tiren, que la tiren”. Finalmente, sin embargo, el lanzamiento desde el campanario no se ha producido y eso ha llevado a algunos enfrentamientos verbales entre detractores y partidarios de esta costumbre.

La Guardia Civil, que había preparado un importante dispositivo de seguridad en el municipio, se ha desplegado entonces para mantener la distancia entre ambos grupos, de modo que “no ha habido altercados”, según han señalado a Europa Press fuentes de este cuerpo. En torno a medio centenar de efectivos han estado presentes tanto en la plaza de la iglesia como en la concentración organizada a las 17,30 horas por la Coordinadora Animalista de Jaén en la calle Pilar Bombó, donde también hubo “cruce de acusaciones entre unos y otros, pero sin ser graves y sin llegar a nada más”.

La mayoría de los vecinos y participantes en esta costumbre niegan que se causen daños al animal, que permanece con quien lo recoge como símbolo de fortuna, y defienden su celebración, de la que el Ayuntamiento está desvinculado y, de hecho, no aparece en el programa oficial de festejos.

No obstante, colectivos como la Asociaciones Nacional para la Protección y el Bienestar de los Animales (Anpba) consideran que se origina a la pava un sufrimiento injustificado y critican que se mantenga a pesar de que “vulnera” la Ley de Protección Animal de Andalucía.

Así, ha venido pidiendo a la Junta que tuviera en cuenta la reincidencia de los hechos para aumentar la multa, ya que hasta ahora ha impuesto la sanción mínima (2.0001 euros) de entre las posibles para la infracción administrativa muy grave. Coincide con ellos también el Partido Animalista (Pacma) que, además, en esta edición, ha tratado de evitar el lanzamiento con la petición de medidas cautelares en el juzgado y ello ante la reforma del Código Penal por el que, a su juicio, podría suponer un delito de maltrato animal. El juez desestimó esa solicitud al considerar que la pava “no sufre daño alguno” y se anunció recurso por parte de la formación, que también ha recogido más de 51.100 firmas.

(Fuente: Hora Jaén)

Antidisturbios en la plaza y La torre tomada por la Guardia civil

La Subdelegación dijo que el orden público estaba garantizado y así fue, al menos, hasta el cierre de esta edición. Más de medio centenar de guardias civiles controlaron todos los puntos calientes. Bien lo saben la veintena de miembros de la Coordinadora Animalista de Jaén que fueron identificados, en el control de acceso al casco urbano, antes de llegar al lugar donde protestaron para evitar que se arrojara; lo mismo le ocurrió a otros conductores e, incluso, a informadores.

Los “antidisturbios” del Cuerpo, que estaban pertrechados con los cascos y el resto del equipo por si tenían que intervenir en algún altercado, impidieron que los defensores de la gallinácea y los vecinos se enfrentaran. Hubo momentos de mucha tensión, que llegaron a continuación de que, en la plaza del pueblo, a los pies del campanario de Santa María Magdalena, no hubo afortunado alguno que se hiciera con la “blasa”.

Las circunstancias obligaron a consumar el anunciado “plan B” que tenían en mente los cazalilleros si no podían arrojar la pava. Y es que, en sus despliegue, la Benemérita “tomó” la torre de la iglesia, imposible acceder sin toparse con un uniformado. Además, entre el millar de personas que aguardaban para asistir a la continuación o el fin de la costumbre cazalillera, otros guardias vigilaban cualquier movimiento.

Era muy difícil no ser multado por incumplir la ley andaluza de protección animal, que sanciona el uso de estos en los festejos populares. Aún así, un grupo de “valientes”, jóvenes del pueblo, le dieron muchas vueltas a ver cómo podían hacerlo. Al grito de “sí, sí, sí la pava ya está aquí”, con los sones de “¡Que viva España!”, adoptados para la ocasión y con consignas como “sí se puede”, estos vecinos jugaron al despiste. Desde que terminó la procesión, sobre las seis, momento en el que se tira el ave; iban de un lado a otro, para hacer creer que la pava aparecería de un momento a otro y “desde cualquier tejado”. “La tiran al final, pero cuando esto se despeje”, aseguraba uno de los presentes, conocedor de los planes de los invisibles organizadores.

Pero ni los animalistas ni las Fuerzas del Orden se dispersaban y al pueblo comenzaba a acabársele la paciencia. Finalmente, un hombre, llamado Fernando, apareció, a las 18:55, con una enorme pava blanca, y una multitud salió tras él para alabar su arrojo. Después de una gran confusión, otro joven hizo lo propio con otro de estos animales. Ambos están identificados por el Instituto Armado, a la espera de que el Servicio de Protección de la Naturaleza valore si el animal sufre daños, a partir de la grabación realizada. “¿No queríais pava? Pues dos, ya os podéis ir”, gritaban algunos vecinos contra los periodistas, cuya presencia no era del agrado de todos. “Vosotros tenéis la culpa”, llegaron a criticar cuando ya se aclaró que todo había sido una treta y la tradición se había incumplido. La rabia era mucha.

Después, llegó lo más tenso del San Blas de 2016 en Cazalilla. Al grito de “vamos a Pilar Bombó”, donde se concentraban los animalistas, un centenar de vecinos echó a correr. Los guardias civiles, que ya estaban prevenidos, comenzaron a desplegarse en la zona, cubriendo todos los flancos por donde se podía acceder a los amantes de los animales, lo que evitó las agresiones del año pasado. Nadie pudo evitar la guerra dialéctica entre unos y otros, que se prolongó una media hora; treinta minutos en los que no faltaron los insultos. Participantes en la concentración de protesta por la pava, llegados de Sevilla, denunciaron los daños sufridos en un coche y que los hechos han sido denunciados, como dejaron claro miembros de la Coordinadora Animalista de Jaén.

“Aquí hay más civiles que en Baeza, como no tire la pava uno de estos, ninguno la tira”, aseguró un cazalillero, al comienzo de la tarde, que ya vio claro que nadie lanzaría a la “blasa” el 3 de febrero de este 2016.

(Fuente: diario Jaén)

 

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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