Cumbre de la OTAN en Varsovia. El imperialismo acuerda estrategias

Una nueva cumbre de la OTAN tendrá lugar en Varsovia entre el 8 y el 9 de julio. Será la primera vez que una reunión de ese tipo se celebre en la capital de Polonia, lugar donde nació el Pacto de Varsovia, un acuerdo de cooperación militar que los países del que fuera conocido como bloque del Este firmaron en 1955.

Los jefes de los integrantes de la Alianza se reunirán en una cena de gala en el palacio presidencial de la ciudad, pero la mayor parte de la cumbre se desarrollará en el estadio que Polonia construyó para albergar encuentros de la Eurocopa 2012 (foto adjunta).

En Varsovia se reunirán 28 delegaciones de los países miembros y 26 delegaciones de los países socios, así como representantes de la Unión Europea, la ONU y el Banco Mundial. En total, en el evento participarán alrededor de 2.500 personas.

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Día 1: “La fuerza y el diálogo” en la relación con Rusia

Según informó este 6 de julio Ben Rhodes, el asesor de seguridad nacional de Barack Obama, la primera sesión del Consejo de la OTAN tratará cuestiones generales, como la adhesión de Montenegro, los gastos de defensa o la seguridad cibernética, mientras que el tema central de la segunda reunión, que se celebrará durante una cena de trabajo, será Rusia.

El representante de EE.UU. ante la OTAN, Douglas Lute, ha definido a Rusia como el “vecino más grande y avanzado en el ámbito militar” y ha enfatizado que las relaciones con Moscú, que en estos momentos se basan en “el equilibrio de la fuerza y el diálogo”, “tienen una importancia fundamental para la Alianza desde que se creó, en 1949”, recoge TASS.

Douglas Lute ha indicado que este enfoque será la base de las soluciones que aprobarán en Varsovia. En particular, se trata del despliegue de cuatro batallones multinacionales en el flanco oriental de la OTAN —en Polonia y los países bálticos— que “complementarán a las fuerzas de reacción rápida”, así como del envío a Europa de una tercera brigada rotativa de combate de las Fuerzas Armadas estadounidenses.

Día 2: Afganistán, el Estado Islámico y Ucrania

El segundo día de la cumbre de la OTAN comenzará con una sesión plenaria, que se centrará en la situación en Afganistán y la lucha contra el movimiento talibán. Lute precisó que se abordará el tema del número de las tropas y de los fondos necesarios para este fin.

Lute ha expuesto que, en su cuarta reunión los participantes de la cumbre de Varsovia planean discutir el “mantenimiento de la estabilidad más allá de las fronteras de la Alianza”, sobre todo en las direcciones sur y sudeste. Así, abordarán temas como la contribución de la OTAN a la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico y la crisis de refugiados en Europa.

El último punto del programa del encuentro en la capital polaca será una reunión de la Comisión OTAN-Ucrania, que contará con la presencia de los líderes de EE.UU., el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, así como del presidente de Ucrania, Piotr Poroshenko.

El asesor de Obama ha especificado que “nos dará la oportunidad de reafirmar nuestro apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania, recordar la importancia de la rápida aplicación de los acuerdos de Minsk y expresar nuestra intención de mantener las sanciones contra Rusia si no cumple con sus obligaciones”.

El mayor aumento en defensa desde la guerra fría

Este 6 de julio, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anticipó que espera que la Alianza apruebe en Varsovia “aumentar su gasto militar este año en 8.000 millones de dólares”, lo que equivale a un incremento del 3 % y supone el mayor refuerzo de su defensa desde la guerra fría.

Al mismo tiempo, quien fuera primer ministro de Noruega volvió a afirmar que la alianza atlántica “sigue preparando” el Consejo Rusia-OTAN, que se llevará a cabo el próximo 13 de julio, porque “estamos abiertos al diálogo” con Moscú y ese encuentro “puede desempeñar un papel importante para el intercambio de información”.

Por su parte, el pasado 1 de julio el presidente de Rusia, Vladímir Putin, declaró que su país también está dispuesto a dialogar, pese al acercamiento de la OTAN a las fronteras rusas.

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La OTAN, una institución “no apropiada para el siglo XXI”

A pesar de “un cierto ablandamiento” de su retórica, la organización atlántica sigue fortaleciendo sus fronteras orientales y justifica esos movimientos con la supuesta amenaza rusa a la seguridad euroatlántica, según ha afirmado en la víspera de la cumbre en Varsovia el representante permanente de Rusia ante la OTAN, Alexánder Grushkó, en una entrevista que ha concedido al periódico  ‘Kommersant’.

De acuerdo con Grushkó, la reunión en la capital polaca establecerá la composición final de las fuerzas de la Alianza, especialmente en Polonia y los países bálticos: “Al parecer, la OTAN se seguirá centrando en el aumento de la frecuencia de los ejercicios militares a lo largo de nuestras fronteras”.

A su vez, el colaborador científico del Instituto Watson de Estudios Internacionales de la Universidad Brown (Rhode Island, EE.UU.), Stephen Kinzer, asegura que la OTAN  “no es una institución apropiada para el siglo XXI”.

Kinzer pronostica que, cuando sus líderes se reúnan, insistirán en que esta organización “todavía resulta crucial, a causa de la amenaza que presenta para Europa la agresión rusa”. Sin embargo, estima que “es todo lo contrario” porque la Alianza “se ha convertido en una herramienta que Estados Unidos utiliza para intensificar nuestro peligroso conflicto con Rusia”.

La estrategia de EE.UU. puede provocar un conflicto nuclear

Bajo el eufemismo de la ‘contención’, EE.UU. está “avanzando sin descanso” en su nueva Guerra Fría contra Rusia y China. La OTAN es su principal instrumento en Occidente y Japón, en Oriente, escribe en un artículo para RT el analista John V. Walsh.

El autor del texto advierte de que se trata de una “Guerra Fría cada vez más caliente”, con guerras subsidiarias en el este de Ucrania y Siria y con enfrentamientos en el mar de la China Meridional. “Hay una probabilidad cada vez mayor de que la tensión en estos puntos aumente hasta un conflicto militar en toda regla”, asevera el analista.

En Occidente, prosigue, este conflicto puede iniciarse en Europa del Este y Rusia, pero no se detendría ahí, ya que todos los Estados europeos de la OTAN se incorporarían a la contienda. En Oriente, el enfrentamiento puede tener lugar en el Pacífico occidental, en la región costera de China, y también en las penínsulas y países insulares de la región.

En cada caso, Washington. se encontraría a “un océano de distancia”. “No importa el resultado, EE.UU. podría salir ileso y ‘ganar’ en este sentido”, pero todas las naciones de Eurasia perderían y “quedarían devastadas”, vaticina el experto, agregando que “sería el regreso a la Segunda Guerra Mundial”.

Para entender lo que ello significa, el autor sugiere echar un vistazo a la guerra económica que se libra ahora contra Moscú en forma de sanciones, las cuales perjudican a Rusia y a Europa mientras EE.UU. “está intacto”.

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Europa, cada vez más consciente del plan de EE.UU. y sus consecuencias

Walsh explica que el objetivo de la élite de la política exterior de EE.UU. es hacer que Rusia y China “pierdan”. Pero incluso si “ganan” pueden quedar debilitados, dejando a EE.UU. como la mayor potencia económica y militar del mundo, como ocurrió en 1945.

A juicio del analista, Europa está empezando a darse cuenta de ello: tanto Alemania como Francia, cuyo Senado ha votado suavizar las sanciones antirrusas. Lo mismo ocurre con los empresarios de numerosos países de Europa Occidental, sobre todo en Alemania e Italia, los agricultores europeos que exportan a Rusia y empresarios turísticos como los de Turquía y Bulgaria, quienes también desean poner fin a las sanciones y a los ejercicios militares.

Mientras tanto, partidos de derecha europeos instan a terminar con la dominación de la OTAN y Bruselas, ambas controladas por EE.UU., señala el experto, quien opina que “el ‘Brexit’ es solo un estruendo de este descontento”.

“Todas estos países son cada vez más conscientes de la suerte que les espera si estalla un conflicto abierto con Rusia”, ya que “todos recordamos la devastación de la Segunda Guerra Mundial”, puntualiza Walsh.

Amenaza de conflicto nuclear

Según advierte el analista, el problema con esta estrategia de EE.UU. es que “podría pasar fácilmente a un conflicto nuclear”, que haría que “EE.UU. también quedara reducido a escombros radiactivos”, asevera. “La élite política occidental debe apostar por el hecho de que Rusia y China no respondan a una guerra convencional con una respuesta nuclear”, añade.

No obstante, aunque Rusia y China respondieran con un ataque con armas convencionales a las ciudades de EE.UU., el daño sería enorme, sobre todo teniendo en cuenta que la tecnología ha avanzado y las ciudades de EE.UU. tienen centrales nucleares en sus inmediaciones, estima el analista. Para algunos, el escenario anterior “podría parecer excesivamente alarmista”, y puede duden de que la élite de EE.UU. “sea capaz de desencadenar una enorme sangría conscientemente”, admite Walsh.

A estas personas les recuerda las palabras del expresidente estadounidense Harry S. Truman, que afirmó en 1941 cuando aún era senador y antes de que EE.UU. entrará en la Segunda Guerra Mundial: “Si vemos que Alemania va ganando, debemos ayudar a Rusia, y si es Rusia la que gana, debemos ayudar a Alemania, y de ese modo dejar que se maten tanto como sea posible”. “¿No es esto lo que pasó?”, se pregunta el analista. “Gentes de Eurasia, tengan cuidado”, concluye.

(Fuente: Russian Today – RT)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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