Almería: Iliass T. murió por asfixia según los análisis toxicológicos

Según una información que publicaba ayer el diario EL PAÍS los análisis toxicológicos afianzan la hipótesis de que Ilias T. pudo morir asfixiado por la aplicación del llamado “protocolo de contención” en el centro de menores de Oria (Almería) contra la versión inicial que dieron fuentes cercanas a la dirección -con una clara intencionalidad de descargar cualquier responsabilidad sobre lo sucedido con un joven que estaba bajo su custodia- de esta cárcel de menores que apuntaban a una intoxicación por consumo de drogas.

Los resultados de la autopsia enviados al juzgado de Purchena reflejan “congestión y hemorragias agudas” en todos los órganos del joven de 18 años y “respiración agónica” (falta de oxígeno) en los pulmones, que pudieron provocar la parada cardiorespiratoria. Hasta seis guardias del centro ataron al chico a la cama de una habitación, según quedó reflejado en un vídeo. La Junta de Andalucía, el centro y la entidad gestora (GINSO) siguen sin dar explicaciones.

Ilias Tahiri murió el pasado 1 de julio en una habitación del centro de menores de Tierras de Oria (Almería), que tiene a 130 menores internos entre los 14 y los 18 años. Al chico, residente en San Roque (Algeciras), se le aplicó un llamado “protocolo de contención”: fue reducido y atado por seis guardias jurado sobre una cama, según la descripción del vídeo de los hechos —había una cámara que registró todo— que realizó el forense en su informe preliminar enviado al juzgado. En él el forense señalaba —a la espera de los resultados toxicológicos— “signos asfixiaicos generales” y “no descartaba la compresión abdominal o la sofocación con almohada/colchón en esta muerte”. Los análisis toxicológicos enviados al juzgado único de Purchena que instruye la causa, y a los que ha tenido acceso EL PAÍS, afianzan ahora esa primera hipótesis, ya que dan negativo a sustancias químicas y reflejan “congestión y hemorragias agudas” en todos los órganos del joven de 18 años. “Ruptura aguda de septos alveolares. Edema. Hemorragia aguda. Congestión. Aspiración agónica”, puede leerse en el informe forense en el apartado correspondiente a los pulmones.

La coincidencia entre las instituciones, la empresa que gestiona el centro y la juez parece ser algo más que casualidad. Hasta la fecha, tanto el centro, como la entidad gestora del mismo (GINSO), la Junta de Andalucía y la Consejería de Justicia han mantenido silencio amparados en “la investigación judicial en curso” y el secreto de sumario decretado por la titular del juzgado. Y sólo el pasado 15 de julio —dos semanas después de la muerte de Iliass— la juez encargó a la Guardia Civil un informe sobre los vídeos captados por distintas cámaras el día de los hechos, así como la identificación de las personas implicadas en la aplicación del llamado “protocolo de contención” y la toma de declaración a las mismas.

Fuentes próximas al caso y expertos forenses consultados por EL PAÍS señalan que “los resultados evidencian que todo sucedió en el momento de la muerte y que antes no había nada y todo era correcto” en el organismo de Ilias. Además, aclaran que “no hay agente químico alguno” y que el chico “muere por asfixia” tras ser manipulado (a la luz de las imágenes visionadas) de manera “violenta y contundente”. 

CONCENTRACIÓN ANTE EL CIMI “TIERRAS DE ORIA”

“No son muertes, son asesinatos”. Esta fue la consigna más coreada por la treintena de personas concentradas a las puertas del Centro de Menores Tierras de Oria en protesta por el fallecimiento el pasado 1 de julio de Ilias Tahiri, uno de sus internos. Familiares de algunos de ellos, educadores sociales de otros centros y representantes de las organizaciones convocantes, Nación Andaluza y CNT, acudieron para exigir, según se recogía en un comunicado, “responsabilidades penales y políticas a los culpables de la violenta muerte”, así como reclamar “que se aclaren las circunstancias del suceso”.

Entre los familiares se encontraban el hermano y la tía de Ilias, de 18 años, que no fueron recibidos ni atendidos por nadie del centro, pese a que supuestamente habían quedado en que les atenderían. “Incluso colocaron coches en la puerta para impedirles el acceso”, señaló un asistente. Desde la fecha de la muerte, el hermetismo del centro, dirigido por Manuel Madrid Saavedra desde 2002 y que acumula polémicas, ha sido total.

Fuentes de la familia aseguran que no han recibido ni las pertenencias del chico, que continúan en el Juzgado. “Nadie de la Administración se ha puesto en contacto con nosotros, ni siquiera para darnos el pésame”, se quejan. Las críticas expresadas por los familiares presentes se refieren “al silencio que se busca para que pase el tiempo y se olvide”. “Solo pedimos que la Administración cumpla con su función”. El vicepresidente andaluz, Juan Marín, eludió la semana pasada dar explicaciones en el Parlamento por estar el caso inmerso en un proceso judicial. 

Martín Uad para La Otra Andalucía.

Asistentes a la concentración de este martes por la muerte de Ilias en el centro de menores de Oria (Almería).
Asistentes a la concentración de este martes por la muerte de Ilias en el centro de menores de Oria (Almería).

Ilias Tahiri murió el pasado 1 de julio en una habitación del centro de menores de Tierras de Oria (Almería), que tiene a 130 menores internos entre los 14 y los 18 años. Al chico, residente en San Roque (Algeciras) y de origen marroquí, se le aplicó un “protocolo de contención”: fue reducido y atado por seis guardias jurado sobre una cama, según la descripción del vídeo de los hechos —había una cámara que registró todo— que realizó el forense en su informe preliminar enviado al juzgado. En él el forense señalaba —a la espera de los resultados toxicológicos— “signos asfixiaicos generales” y “no descartaba la compresión abdominal o la sofocación con almohada/colchón en esta muerte”. Los análisis toxicológicos enviados al juzgado único de Purchena que instruye la causa, y a los que ha tenido acceso EL PAÍS, afianzan ahora esa primera hipótesis, ya que dan negativo a sustancias químicas y reflejan “congestión y hemorragias agudas” en todos los órganos del joven de 18 años. “Ruptura aguda de septos alveolares. Edema. Hemorragia aguda. Congestión. Aspiración agónica”, puede leerse en el informe forense en el apartado correspondiente a los pulmones.

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Carlos Ríos

Vine al mundo en Granada en 1977. Soy licenciado en Geografía y trabajador en el sector de la enseñanza. Escribí "La identidad andaluza en el Flamenco" (Atrapasueños, 2009) y "La memoria desmontable, tres olvidados de la cultura andaluza" (El Bandolero, 2011) a dos manos. He hecho aportaciones a las obras colectivas "Desde Andalucía a América: 525 años de conquista y explotación de los pueblos" (Hojas Monfíes, 2017) y "Blas Infante: revolucionario andaluz" (Hojas Monfíes, 2019).

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