Francia. Los otros “festejos” de la Toma de la Bastilla: Chalecos Amarillos protestan contra Macron y Chalecos Negros ocupan el Panteón (vídeos)

 

Centenares de integrantes del movimiento de los “Chalecos Amarillos” protestaron este domingo en París durante el desfile en los Campos Elíseos por el Día Nacional del Estado Francés, que rememora la Toma de la Bastilla por los revolucionarios en 1789, acción que dejó al menos 150 detenidos. Gritos en demanda de la renuncia del presidente Emmanuel Macron, el himno de los activistas y el lanzamiento de globos amarillos estuvieron entre las formas de manifestación escogidas por los protestantes, quienes se mezclaron con las decenas de miles de personas asistentes a la parada.

Los chalecos amarillos silbaron al jefe de Estado cuando pasó revista a las tropas participantes en el tradicional desfile para recordar la toma de la Bastilla en 1789, sublevación popular que fue el punto inicial de la Revolución Francesa. Decenas de chalecos amarillos burlaron en esta capital el fuerte despliegue de seguridad en la avenida de los Campos Elíseos, durante el desfile militar que encabezado ayer por el presidente Emmanuel Macron recuerda cada año, la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789, declarado el Día Nacional de Francia. Los manifestantes se mezclaron con la multitud que apreciaba la parada militar hasta que comenzaron a gritar consignas antigubernamentales, demandar la renuncia de Macron y cantar el himno que los ha acompañado durante meses de movilizaciones.

A lo largo y ancho de la céntrica avenida parisina se produjeron forcejeos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, choques que terminaron con la detención de varios de ellos, aunque la Policía había arrestado desde temprano a algunos líderes del movimiento, como Maxime Nicolle y Jerome Rodrigues. Según las autoridades, las causas de las detenciones van desde el porte de armas prohibidas hasta la violencia contra agentes del orden, el daño a bienes privados y la protesta no declarada.

Por primera vez desde el 16 de marzo pasado, los chalecos amarillos logran llevar sus demandas a los Campos Elíseos, zona a la que tienen prohibido el acceso, después de los escenarios de violencia vividos en la misma a principios de año. Los activistas también salieron ayer a las calles para reclamar mejoras sociales y criticar al gobierno, en el trigésimo quinto fin de semana consecutivo de manifestaciones desde el 17 de noviembre.

La protesta durante el Día Nacional de Francia cumple el objetivo anunciado en las redes sociales de hacerse sentir y de demostrar que no están muertos, mientras el gobierno insiste en que sus recientes medidas han resuelto las preocupaciones de los franceses y por tanto las movilizaciones carecen de sentido.

En la tribuna ubicada en la Plaza de la Concordia se encontraban varios mandatarios europeos, entre ellos la canciller alemana, Angela Merker, invitados para los festejos por el 14 de julio y con el propósito de impulsar junto a Macron una iniciativa regional de defensa.

El día anterior, por trigésimo quinto sábado consecutivo desde el 17 de noviembre, el movimiento de los “Chalecos Amarillos” marchó por importantes ciudades francesas para exigir cambios sociales, jornada que confirmó la disminución en la cifra de manifestantes.

Denuncias de represión policial, reclamos de libertad de compañeros detenidos y demandas de alquileres justos para las familias más desfavorecidas estuvieron entre las reivindicaciones de los movilizados, quienes aseguran que la resistencia contra el gobierno de Emmanuel Macron sigue en pie.

Con consignas y su tradicional canto, acompañados de pancartas y banderas, cientos de chalecos amarillos se concentraron en París en la Plaza de la Batalla de Stalingrado y marcharon por varias calles, con algunos incidentes, que incluyeron el uso de gases lacrimógenos por las autoridades.

Bien lejos de las multitudinarias manifestaciones que a finales de 2018 y principios de este año pusieron en crisis al ejecutivo y lo obligaron a suspender un anunciado incremento en el precio del combustible, el movimiento busca relazarse, con el desafío que implica la llegada de las vacaciones de verano y el desgaste de los meses de protesta. El gobierno insiste en que las iniciativas lanzadas en los últimos meses por el presidente Macron responden a las preocupaciones de los franceses, y por tanto han neutralizado a los activistas.

Los “Chalecos negros” toman el Panteón

Este viernes, dos días previos a la celebración de la Toma de la Bastilla, a primera hora de la mañana, alrededor de 600 migrantes que se presentaban a sí mismos como “inmigrantes, indocumentados, residentes de hogares, inquilinos de la calle” y que se hacían llamar “chalecos negros” entraron en el Panteón, monumento en el que yacen los grandes personajes franceses, como los políticos Jean Jaurès y Simone Veil o los escritores Voltaire y Victor Hugo, entre otros, para exigir una cita con el primer ministro Édouard Philippe. Además, cerca de 400 personas se reunieron frente al Panteón en apoyo a los encerrados.

En un comunicado, los que se han bautizado a sí mismos como “chalecos negros” en referencia a los “chalecos amarillos”, piden entre otras cosas “un techo para todos” y la abolición de los centros de retención para extranjeros. Los ocupantes indicaban que permanecerán allí “hasta que el último” de ellos “tenga papeles”. “A partir de ahora, aquí hay una base para todos los indocumentados de Francia”, lanzó un activista dentro del monumento.

Los ocupantes indicaron que permanecerían allí «hasta que el último» de ellos «tenga papeles». “A partir de ahora, aquí hay una base para todos los indocumentados de Francia”, lanzó un activista dentro del monumento, sin embargo fueron expulsados por la puerta de atrás del monumento tres horas después de haber iniciado la protesta, que fue respaldada también por algunos cargos públicos, como la senadora del partido ecologista Esther Benbassa. La Prefectura de Policía de París, que ordenó la evacuación, indicó en Twitter que se habían introducido de forma ilegal, y comunicó el fin de la operación.

En una carta dirigida al primer ministro francés, Édouard Philippe, los “chalecos negros”, integrados por migrantes de 43 albergues de la región parisina pero también vagabundos, le piden que los reciba para escuchar sus reclamos y poner en marcha las condiciones de una regularización colectiva de todos los militantes sin papeles. Este grupo no guarda relación con el movimiento de los llamados ‘chalecos amarillos’, surgido también a finales de 2018, pero adoptó un nombre similar para aprovechar el eco mediático de esos manifestantes.

No se trata de la primera acción espectacular de este colectivo. En el pasado mes de mayo, ocuparon varios lugares emblemáticos, como el aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle (al norte de París). También invadieron la sede del grupo de restauración colectiva Elior, situada en la torre Egée en la zona de negocios parisina, La Défense.

En noviembre de 2008 realizaron una primera acción con un grupo de 400 migrantes que protestaron ante el Museo Nacional de la Historia de la Inmigración; más adelante otra comitiva se manifestó ante la Comedia Francesa y desde entonces han realizado acciones regulares de protesta en puntos emblemáticos de la capital francesa.

(Fuentes: Prensa Latina / Infobae / rf1 / Sputnik / Russia Today – RT)

Vídeos:

 

 

 

 

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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