Huelga general y nuevas manifestaciones en la totalidad del Líbano en protesta por la grave situación económica y política del país

Miles de libaneses salieron el pasado viernes a las calles tras una jornada de huelga general convocada por la Confederación General de Trabajadores Libaneses, para protestar contra la deteriorada economía agravada por la demora en la formación del Gobierno, cuyo debate va por su octavo mes sin solución a la vista, tras las elecciones del pasado mayo.

Tanto sectores públicos y como privados de trabajadores han cumplido con el llamamiento de sindicatos, partidos políticos y movimientos ciudadanos y han realizado paros en protesta por la degradación de las condiciones de vida y el empeoramiento de la situación económica, males que se atribuyen al retraso en la formación de un nuevo gobierno.

La huelga ha cerrado el puerto de Beirut y otras instituciones estatales, como el Fondo Nacional de la Seguridad Social o la compañía de electricidad, cuya sede principal amaneció hoy con cadenas en la puerta, según informa la agencia Ap. El aeropuerto internacional de Beirut quedó paralizado durante una hora.  Las oficinas de Electricidad del Líbano, la Caja Nacional de la Seguridad Social y del Agua y el puerto de Beirut pararon también por completo sus actividades, según la Agencia Nacional de Noticias (ANN).

Tanto en la huelga como en las manifestaciones han participado afiliados a los sindicatos de la Confederación General de Trabajadores Libaneses, entre otros, de los trabajadores de silos de trigo, de Electricite du Liban, de Middle East Airlines, de la Orden de Ingenieros y del Fondo Nacional de Seguridad Social.

Los empleados de banco pararon sus actividades durante una hora en solidaridad con la protesta. El jefe del sindicato de los periodistas, Joseph Qseify, apoyó la marcha, aunque expresó que los comunicadores no debían ir a la huelga para ofrecer la mayor cobertura posible de los hechos.

La manifestación también incorporó a trabajadores y empleados de los municipios, de expendios de combustible, maestros y técnicos, así como militantes del Partido Sabaa (plataforma ciudadanista independiente y laica), del Partido Comunista o la Organización Popular Nasserista, que apoyaban la convocatoria.

“La huelga es la mejor arma en manos de los ciudadanos y es una oportunidad para presionar por la formación de un gobierno”, afirmó Jad Dagher, secretario general del Partido Sabaa,

“No comprometerse con la huelga significa indiferencia”, indicó por su parte el ministro interino de Turismo, Avedis Guidanian, del Partido Tashnag (Federación Revolucionaria Armenia), al aludir a un llamamiento de contención emitido por el titular de la Confederación General de Trabajadores, Bechara Asmar. No es posible permanecer así. Todas las personas saben que estamos a punto de colapsar y que la situación es insoportable, apuntó Guidanian.

Más allá de la marcha del viernes, el Partido Comunista Libanés (PCL) y la Organización Popular Nasserista (izquierda laica panarabista) han convocado a participar en protestas durante todo el mes para oponerse a lo que llamaron corrupción desenfrenada y desigualdad social. Una declaración del PCL llamó a manifestarse nuevamente contra el Gobierno el 13 de enero en protestas locales y a una central en Beirut el 20 de enero.

El comunicado,  difundido por varios medios, condena a la clase gobernante por llevar a su punto máximo la crisis política y económica del país. De acuerdo con el texto, la situación actual es resultado del fracaso para formar Gobierno y de las políticas estatales que concentran el poder en un pequeño grupo de líderes sectarios.

Los comunistas libaneses también critican la conferencia Cedro, celebrada en abril pasado, en París, que exige unas reformas para apoyar la economía nacional, pero redundará, aseguran, en aumentos de la deuda pública y mayor corrupción.

La economía libanesa atraviesa por una de sus crisis más graves, afectada por más de siete años de guerra en la vecina Siria. El Líbano arrastra una deuda de 82.500 millones de dólares, un 150% de su PIB, según el FMI, la tercera más alta del mundo.

La Administración se encuentra sin fondos desde este jueves. El Ministro de Finanzas en funciones, Ali Hasan Jalil, advirtió que la Administración pronto se quedará sin fondos si no se resuelve la formación de gobierno. Jalil instó al actual Ejecutivo en funciones a reunirse para aprobar los presupuestos de 2019 en vez de esperar a que lo haga el próximo gobierno, según informó el diario ‘An Nahar’.

“Estamos a punto de formar gobierno”, afirmó el 19 de diciembre el Presidente del Parlamento, Nabih Berri, líder del partido Amal (Esperanza), aliado político de Hizbulá y del jefe del Estado y líder del Movimiento Patriótico Libre , Michel Aoun ( derecha cristina moderada).

Pero la promesa incumplida de que unos días habría gobierno provocó una gran protesta el 23 de diciembre, en la que incluso se vio a personas llevando, como en Francia, chalecos amarillos con un cedro, símbolo nacional del Líbano, dibujado en la espalda (foto superior adjunta), por lo que ya se ha comenzado a hablar estarse ante los inicios de un movimiento de “chalecos amarillos libaneses”.

(Fuentes: agencias AFP / AP / Prensa Latina)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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