La monarquía española apoya el terror saudí: El “emérito” se fotografía con Mohamed bin Salmán, impulsor del asesinato de Khashoggi

Hay fotografías que retratan. Esto es precisamente lo que le ha ocurrido al rey Juan Carlos I con su última instantánea y con ella la de la monarquía española, cuando el pasado domingo el “emérito” acudió como espectador de lujo al Gran Premio de Abu Dabi de Fórmula 1 a ver la última carrera de Fernando Alonso.

Allí, saludó al príncipe heredero de la dictadura de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán, con quien se fotografió en el palco de autoridades del circuito con la sombra del despiadado asesinato del periodista Yamal Khashoggi aún presente,  lo que ha contribuido, como era de esperar, a fomentar las críticas feroces contra su figura.

La desaparición del periodista en el consulado saudí en Estambul conmocionó a la comunidad internacional. La investigación de la policía turca primero y de la CIA después concluyó que Kashoggi fue descuartizado y trasladado fuera de Turquía en bolsas mediante valija diplomática. Para despistar a los investigadores, otro hombre de aspecto similar al periodista y vestido con sus mismas ropas, se dejó grabar por las cámaras de seguridad abandonando el edificio.

El pasado 16 de noviembre, la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. concluyó que Bin Salman ordenó el brutal asesinato de Khashoggi, periodista crítico de los Al Saud. Por su responsabilidad en este y otros casos, varias fuentes cercanas a la monarquía han previsto la caída del gobernante de facto saudí y han vaticinado un golpe de Estado blando contra el príncipe saudí.

Ni desde el Palacio de la Zarzuela ni desde el de La Moncloa se ha querido comentar en un principio la foto de este fin de semana del rey emérito Juan Carlos I con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohámed bin Salmán.

“Desde Casa Real no hacemos ningún comentario sobre las actividades privadas de los miembros de la Casa”, ha dicho un portavoz del Palacio de la Zarzuela. No obstante, ante el escándalo creado, si se ha pronunciado posteriormente afirmando que el saludo entre Juan Carlos I y el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, de este fin de semana en Abu Dabi, fue “estrictamente protocolario, sin ninguna reunión previa, ni posterior, y sin trascendencia institucional”.

En Moncloa también se han lavado las manos: “No vamos a entrar a valorar lo que hace el rey emérito”, han señalado fuentes de Presidencia del Gobierno. El gobierno también se ha desmarcado de este asunto asegurando que “no es responsable de la agenda del rey emérito”.

Para el Gobierno, se trata de un encuentro “casual”, según ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien ha insistido en que el Ejecutivo “no es responsable de la agenda del rey emérito”. “No tengo información sobre el encuentro casual entre el rey emérito y el príncipe en el marco de una competición deportiva”, ha apuntado el jefe de la diplomacia española. No obstante, la instantánea del saludo entre ambos, ha sido publicada por el Ministerio de Asuntos Exteriores saudí en su cuenta oficial de Twitter.

Desde Bruselas, la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, también ha evitado comentar la foto del padre del rey con el heredero saudí. “No hemos tratado eso en el Gobierno y yo soy portavoz del Gobierno. Tenemos el respeto al rey emérito que se merece y nada más”, se ha limitado de comentar.

Cabe también destacar como la prensa del régimen intenta tergiversar la información con titulares como los de “El Príncipe saudí busca la foto con Don Juan Carlos” (ABC) o “El rey Juan Carlos coincide con el polémico príncipe Bin Salmán” (El País), o más inteligentemente se limitan a minimizar el hecho y sus significados, con otros como “Encuentro del rey Juan Carlos y el príncipe de Arabia Saudí” (El Periódico) o “El Rey Juan Carlos, cortés con el príncipe heredero saudí a pesar de la polémica por el asesinato de Khashoggi” (Diario de Sevilla)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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