Málaga: El comité de Empresa de Limasa se encierra en el Ayuntamiento tras una reunión con el Alcalde y éste ordena desalojarlos

Tras tres horas de reunión fallida entre el alcalde y el comité, este decidió permanecer encerrado en el Consistorio para reclamar una negociación “justa”. De La Torre respondíe ordenando a la Policía Local el desalojo de los sindicalistas (foto adjunta). Tres furgones del Grupo Operativo de Apoyo (GOA), han sido los encargados.

El conflicto de Limasa, planteado en relación al pago de los atrasos al que los trabajadores creen tener derecho tras las recientes sentencia judiciales, dio ayer una importante vuelta de tuerca cuando la reunión prevista entre el alcalde y sus directivos con los miembros del comité de empresa para abordar esta cuestión se trasformó finalmente en un encierro en el Ayuntamiento de los representantes de los trabajadores. Estos consideraron «un fiasco» la reunión y exigen que se negocie «ya una solución justa y que contemple el pago de los derechos que durante los últimos siete años nos han quitado y que la justicia nos ha reconocido», según señaló el presidente del comité, Manuel Belmonte.

Representantes del comité de empresa de Limasa y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, mantuvieron una primera reunión sin acuerdo que comenzó a las 16.30 horas y se prolongó hasta las 20.00 horas en un ambiente tenso debido a la distancia que separa a ambas partes. Tras dos horas de reunión, hubo un receso y en torno a las 19.00 horas volvieron a sentarse, pero una hora más tarde la reunión se dio por concluida sin acuerdo alguno. El alcalde estuvo asistido por la concejala Teresa Porras, el gerente Rafael Arjona y otros directivos de la empresa.

Las posturas tras ese primer envite permanecen muy alejadas. La plantilla reclama a nivel salarial, la subida de un 1.5% que estipula el convenio colectivo, durante los siete últimos años; igualmente la recuperación de la paga de productividad durante esos mismos años, descontando las partes que ya han sido abonadas. El cálculo del comité es que esta reclamación estará entre los 8.000 y 14.000 euros por operario, dependiendo de su categoría y antigüedad que multiplicado por una plantilla, entre fijos, fijos discontinuos y temporales, de 1.800 personas, elevaría este capítulo a unos 20 millones de euros. Este capítulo es “innegociable”.

Los trabajadores sí están dispuestos a negociar el ahorro que ha tenido la empresa durante los siete años de recortes con la eliminación del descanso los fines de semana, la alteración de los turnos de vacaciones y la prohibición a los fijos de poder trabajar en festivos. La empresa y el Ayuntamiento no van más allá de ofrecer una subida de un 0.5% y la parte correspondiente de la paga de productividad de los últimos años, que supone una media de unos 1.300 euros por operario.

Al reanudarse la reunión tras el receso, el Ayuntamiento planteó abrir un nuevo proceso de negociación que pudiera cerrar un acuerdo sobre los años 2016 a 2018, sobre los cuales no hay sentencia ni compromisos. Pero no fue aceptado por el comité. A las ocho de la tarde, el alcalde dio por finalizada la reunión lo que fue interpretado por el comité como «una ruptura de la negociación». Su respuesta fue encerrarse en las dependencias del Ayuntamiento donde estaban reunidos y exigir continuar la negociación sobre los atrasos. “No vamos a esperar más”, aseguró Belmonte. “La cuenta atrás ya está en marcha”, añadió.

De la Torre, por contra, consideró que “el comité se equivoca con la estrategia del encierro; es un error”. El alcalde no quiso aclarar si ordenaría el desalojo de los reunidos, pero señaló que “espero que se vayan por su propio pie, pues el Ayuntamiento no está preparado para un encierro” y advirtió de que el encierro no ayuda a la municipalización «pues crea una imagen muy negativa». “Hemos hecho una interpretación que supone reconocimiento de unos pagos de una cantidad de unos cuatro millones de euros en relación con la cifra total”, añadió De la Torre sobre el contenido de la reunión.

La Policía Local tuvo que intervenir para desalojar a los miembros del comité de empresa de Limasa de las dependencias del Ayuntamiento de Málaga. Miembros de los Grupo Operativo de Apoyo (GOA) de la Policía Local escoltaron a los representantes de los trabajadores de la empresa de limpieza fuera de la sede municipal, donde se habían encerrado después de que fracasaran las tres horas de negociación con el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, para buscar el abono de los atrasos exigido por los tribunales.

El desalojo se produjo sobre las 7.30 horas y después de que el comité de empresa pasara toda la noche en la sede del Ayuntamiento de Málaga. Así, poco antes de que se reabrieran las dependencias al público, un dispositivo de agentes de los GOA conminó a los miembros del comité a marcharse del edificio, donde habían pasado la noche. Tras unos minutos de parlamento, los integrantes del comité se fueron sin incidentes, denunciando ser tratados “como delincuentes” por el Alcalde. “No somos delincuentes, somos trabajadores”, gritaban a su salida.

(Fuente: La Opinión de Málaga / Autor: Javier García Recio)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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