APDHA denuncia condiciones inadmisibles en trato y atención a menores migrantes no acompañados alojados en un hotel de Jerez

La APDHA (Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía) ha presentado ayer (por el pasado día 10) una denuncia tanto al Defensor del Menor de Andalucía como a la Fiscalía de Protección de Menores de Cádiz sobre las condiciones indignas del trato a Menores Extranjeros no Acompañados en el hotel Ávila de Jerez. Asimismo, ha puesto los hechos en conocimiento de la propia Delegación de la Junta de Andalucía, responsable en última instancia de la situación y tutela de estos niños.

Como se sabe, la Junta de Andalucía, ante la saturación de centro propios y externalizados, alquiló el Hotel Ávila de Jerez, de rocambolesca historia en cuanto a su propiedad, para la acogida de 70 menores. Y cedió la atención y cuidado de estos menores a la Empresa ANIDE.

Pues bien, esta asociación, de forma directa a través de menores huidos de propio centro, ha tenido conocimiento de las condiciones absolutamente intolerables que están padeciendo estos niños, tanto por inadecuación del propio lugar como por el régimen y gestión de la empresa que los cuida.

En el anexo adjunto a continuación se detallan estos abusos e insuficiencias. Baste señalar insuficiencia de alimentación, falta de mudas y ropa interior, sin artículos de higiene, atención sanitaria y no derivación a médico, cierre a cal y canto de lugar, con enorme peligro para la seguridad de los niños y con ambientes cargados y sin ventilación, que puede favorecer la propagación de enfermedades, etc.

Entendemos que los hechos manifestados evidencian unas condiciones inadecuadas para estos menores, contrarias a los derechos que tienen reconocidos en los convenios internacionales sobre los derechos del niño suscritos por España. En algunos casos incluso podríamos entender que estas circunstancias pueden dar lugar a algún tipo de responsabilidad por parte de sus autores y de las personas e instituciones que tienen encargada su guardia, custodia y tutela.

La APDHA considera que esta situación detectada no es más que la punta del iceberg de la improvisación y la mala gestión de los recursos de atención de la Junta de Andalucía sobre los menores extranjeros en nuestra comunidad. Queremos recordar que la propia denominación “MENAS” nos parece que induce a confusión. Estos menores, una vez bajo tutela de la Junta, son “nuestros” menores y han de gozar de los plenos derechos y de la protección que establecen las convenciones internacionales y nuestra propia legislación de protección del menor.

Han empezado a surgir voces sobre la inadecuada localización del hotel para la acogida de menores, pues algunos vecinos han empezado a quejarse. Mucho nos tememos que puedan empezar a aparecer voces xenófobas y racistas intolerables, pero lo cierto es que la administración debe ser especialmente cuidadosa en la adecuación de los locales para prevenir posibles problemas y para asegurar la convivencia con la población cercana.

En relación con el posible reparto de los menores entre las diferentes comunidades autónomas, es un gesto que debería ser solidario y que si hay acuerdos al respecto es positivo. Pero es preciso advertir de que esas comunidades tienen que asumir la tutela y responsabilidad, y que no pueden ser enviados aquí y allá como si fueran un paquete. Es el caso reciente de la vergonzosa actuación del ayuntamiento de Palencia que devolvió a Melilla a trece niñas porque “no le resultaba rentable”, tras años en la localidad.

Finalmente, manifestamos nuestra inquietud por los crecientes intentos de algunas comunidades, entre ellas Ceuta y Melilla y lamentablemente Andalucía, por presionar para devolver los menores a Marruecos. Debe saberse que, según la legislación, posibles retornos al país de origen han de hacerse exclusivamente cuando “individualmente” existan condiciones adecuadas para su protección e integración. Las devoluciones en grupo están taxativamente prohibidas por la legislación internacional. Menos aún si la garantía de protección queda al compromiso de Marruecos que, una vez recibidos, o bien los ingresará en centros infames, o bien los dejará a su suerte en las calles de las grandes ciudades.

Creemos que es un absoluto despropósito esta propuesta lanzada por la Junta de Andalucía, que demuestra su falta de voluntad de trabajar realmente por la acogida, tutela e integración de estos menores, que son, como decíamos, nuestros menores.

Hechos manifestados por los menores denunciados a Fiscalía y Defensor del Pueblo

Respecto a las infraestructuras. Los menores están hacinados en cuatro camas por habitación. Las ventanas están cerradas con candados sin posibilidad de ventilación encontrándose en una ciudad con altas temperaturas como Jerez. Habitaciones con mucha humedad. En las habitaciones de ocio solo hay sillas que no les permite estar cómodos a los menores en su poco tiempo de ocio.

Respecto al ocio y tiempo libre. Pasan todo el día sentados y sin realizar actividades. No se les permite cambiar de canal de televisión. Solo se les permite salir por la tarde aproximadamente dos horas, vigilados de cerca por monitores y en grupos reducidos, por lo cual en el tiempo de ocio se les separa de sus amigos.

Respecto a su relación familiar. Las llamadas a los familiares se les permite una vez a la semana y solamente dos minutos y acompañados necesariamente de un intérprete. Esta norma se aplica a rajatabla, cumpliéndose los dos minutos de la llamada se procede a colgar el teléfono. Hay casos en que los menores han pedido llamar más veces ya que muchos de ellos tienen a familiares en sus países con diversas enfermedades de gravedad y esto les mantiene todo el día en un estado de ansiedad y tristeza. Aun así, no se les permite ponerse en contacto. En el caso de los chicos que son familiares entre sí, no se les permite compartir cuarto ni comer juntos.

Respecto a vestimenta, alimentación e higiene. No se les facilita ropa y calzado. Tienen unas únicas chanclas de dedo desde que llegaron. No pueden cambiarse de ropa por no haber mudas suficientes. Incluso hay días en que no pueden cambiar la ropa interior por no haber más disponible. No se les facilita champú ni gel, tienen que recibirlo en la mano al entrar en la ducha. Tampoco disponen de pasta de dientes. La comida es insuficiente y se quejan de ello. Faltan mantas en las camas.  No disponen de maquinillas de afeitar ni de pelar. Llevan tiempo reclamando esto. No disponen de cortaúñas y afirman sentir vergüenza al salir a la calle en chanclas, con las uñas largas y además siempre con la misma ropa, la cual para muchos no es ni siquiera de su talla. No disponen de material en sus habitaciones para una correcta limpieza de esta.

Respecto a la situación sanitaria. Es claramente deficiente. No se les permite visitar al médico. Uno de ellos la pasada semana, atacado por un virus pasó varios días sin atención, hasta que finalmente tuvo que acudir la ambulancia por la agravación de la situación. Otros con lesiones musculares fuertemente aquejados no logran acudir al médico, afirman que siempre les dicen “mañana” y este nunca llega. No existen medidas preventivas de posibles contagios. La falta de ventilación puede propagar enfermedades.

Respecto al régimen disciplinario.  A los menores que quieren pasar más tiempo fuera se les amenaza con no dejarlos entrar y se les chantajea. Se han escapado varios grupos, según ellos, porque no pueden soportar la situación de la que nos informan. La pasada semana se escaparon niños de 10 años y luego no les dejaron volver, teniendo que llevárselos la guardia civil. Esta semana, otro grupo de mayor edad también se escapó. Se les llama por números y no por sus nombres. Se les requisa pertenencias y dinero y luego no se les devuelve. Sus móviles, documentos y dinero están bajo llave y no los han vuelto a ver nunca más.

Respecto a formación: No reciben clases de español, ni de otro tipo, para una posterior integración.

(Fuente: Web de la APDHA)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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