La CUP, pese a reconocer el intervencionismo y desestabilización imperialista en Nicaragua, acusa al gobierno sandinista de reprimir al pueblo

Comunicado sobre el conflicto político en Nicaragua

Ante los hechos que están sucediendo en Nicaragua, la CUP queremos hacer una lectura en clave continental, partiendo del contexto actual de América Latina en que son constantes el intervencionismo imperialista por parte de Estados Unidos, las amenazas de bloqueo económico y los intentos de desestabilización de aquellos estados gobernados por las izquierdas. No podemos entender lo que pasa en Nicaragua sin recordar lo ocurrido en Venezuela, Brasil, Honduras y tantos otros lugares.

Los gobiernos progresistas de América Latina se encuentran frente un reto difícil: evitar que las oligarquías recuperen el poder ayudadas por el imperialismo, para poder seguir avanzando hacia un cambio social radical e irreversible. Esta resistencia y proceso revolucionario debe hacerse de la mano de la gente y de la movilización popular, agotando los procesos de radicalidad democrática y entregando el poder a las clases populares. Nunca en uso de la represión o de la violencia contra el pueblo. Nunca utilizando las herramientas políticas contra las que, precisamente, revoluciones como la Sandinista se levantaron. Promover, desde el gobierno, políticas patriarcales, represivas, de regresión de derechos básicos y de destrucción medioambiental significa dejar al margen un gran grueso de las clases populares y regalarle a la derecha y los sectores más reaccionarios un nicho de crecimiento.

El triunfo de la Revolución Sandinista marcó un antes y un después en América Latina y dejó huella también en los Países Catalanes, donde los movimientos de solidaridad tomaron vuelo llevando muchos compañeros a luchar codo a codo con las sandinistas.

Por todo ello, y siempre reivindicando la Revolución Sandinista hoy más que nunca amenazada por el conflicto, no podemos apoyar el gobierno de Ortega y Murillo en la respuesta represiva que está dando a las protestas que sacuden Nicaragua desde hace semanas. Un gobierno que lejos de escuchar las razones de fondo de muchas de las protestas de las clases populares, se enroca y reprime, en lugar de impulsar la organización y movilización popular.

Tenemos muy presentes los intereses geoestratégicos que motivan la injerencia extranjera en el devenir político y democrático del pueblo de Nicaragua: durante los últimos meses hemos constatado como ciertos sectores políticos -también de nuestro país- aprovechaban la difícil situación del país para practicar un intervencionismo que , disfrazado de “voluntad democratizadora”, se guía por unos intereses económicos y políticos determinados. Estas injerencias son radicalmente contrarias a los intereses de las clases populares de Nicaragua y de la radicalidad democrática, y no podemos hacer más que denunciarlos por cualquier medio. El conflicto que se vive en Nicaragua se debe solucionar en Nicaragua, a través del diálogo y la paz.

(Fuente: Insurgente)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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1 respuesta

  1. Avatar Paco dice:

    Hace tiempo que esta organización, las CUP, me apestan a quintacolunnista. Con esta declaración, intentan lo mismo que los promotores de estas guarimbas al estilo de Ucrania, o Venezuela: derrocar mediante la violencia, a un gobierno legitimo del pueblo. Eso si, envolviendolo en un discurso de izquierdas. Una violencia financiada con dolares imperiales, que caen en los bolsillos del lumpen delincuencial de Nicaragua, y países de la región. A estos delincuentes, son a los que la CUP legitiman, y llaman pueblo. Y copio y pego aquí: (Por todo ello, y siempre reivindicando la Revolución Sandinista hoy más que nunca amenazada por el conflicto, no podemos apoyar el gobierno de Ortega y Murillo en la respuesta represiva que está dando a las protestas que sacuden Nicaragua desde hace semanas. Un gobierno que lejos de escuchar las razones de fondo de muchas de las protestas de las clases populares, se enroca y reprime, en lugar de impulsar la organización y movilización popular).
    la clave de su declaración, donde legitiman a estos delincuentes, y repiten el discurso de los medios de información de las oligarquías, no solo Nicaraguences, si no también españolas, con la que se supone que están enfrentados.
    ¿Como se puede coincidir tan descaradamente sobre Nicaragua, con los que se suponen son tus enemigos en España?.
    ¡Ojo y alerta! que el enemigo tiene mil caras.

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