Al Awamiyah, una ciudad de Arabia Saudita asediada y destruida por su propio gobierno (videos)

ciudad saudi

La ciudad saudita de Al Awamiyah, que se encuentra en la provincia oriental de Qatif, en la costa oriental de la península, y es de mayoría chiita, lleva tres meses asediada por las fuerzas de seguridad del país, informa el diario británico “The Independent”.

Al Awamiyah fue acordonada después del pasado 10 de mayo, cuando la población local se negó a la demolición y renovación del área antigua de la ciudad y para lo cual las fuerzas de seguridad llevaron excavadoras y otros equipamientos de construcción. Los intentos de desalojar a los residentes se tradujeron en disturbios violentos.

Desde entonces, la situación en la ciudad se ha deteriorado drásticamente. La población local reporta que al menos 30 personas fallecieron en bombardeos y ataques efectuados por francotiradores, a lo largo de más de 80 días de asedio en Al-Awamiya por la violencia policial del régimen saudí, aseguran activistas locales.

Abriendo fuego contra los habitantes de la ciudad shií de Al Awamiyah, las fuerzas del reino wahabí saudí mataron el miércoles a tres ciudadanos saudíes y dos ciudadanos indios. En medio de un silencio estruendoso de los países occidentales frente a los crímenes perpetrados por el régimen de los Al Saúd en Al Awamiyah, las fuerzas de seguridad saudíes atacaron con artillería la ciudad, dijo Fars News.

Según han informado activistas locales, francotiradores saudíes mataron este sábado a tiros a Ali Mahdi al-Sobeiti y a Husein Abdulá al-Sobeiti en Al-Awamiya. En el área de las carreteras que rodean la ciudad, los francotiradores gubernamentales disparan a cualquier objeto que se mueva, explican los militantes.

De acuerdo con The Independent , es difícil comprobar los datos que llegan desde Al-Awamiya, pues Riad no permite que los medios occidentales se muevan en el área sin el acompañamiento de los funcionarios gubernamentales.

“Las personas tienen tanto miedo que a veces los cuerpos se quedan en las calles durante varios días”, confesó un activista de la ciudad, que actualmente reside en EE.UU. Asimismo precisa que él era un manifestante pacífico, en este punto, recalca que la mayoría de los manifestantes eran ciudadanos pacíficos en Al-Awamiya, antes de que el régimen saudí decidiera enlistarles como terroristas en búsqueda y captura.

Por otra parte, el informe cita a Adam Coogle, investigador de Oriente Medio para la organización Human Rights Watch (HRW), que subraya “hay pocos detalles en el sitio”, pero “está claro que hay choques duros entre el Estado y los ciudadanos en esta ciudad saudí, y que no tiene precedentes”.

Muchos civiles de Al Awamiyah no salen de sus casas por temor a bombardeos y francotiradores, aunque en muchas áreas no hay electricidad ni agua. “Las personas tienen tanto miedo que a veces los cuerpos se quedan en las calles durante varios días”, ha confesado un ciudadano actualmente exiliado en EE.UU.

Según Ali Adubasi, director del grupo activista Organización Saudita Europea de Derechos Humanos con sede en Berlín, quien huyó de Arabia Saudita en el 2013 tras ser detenido y torturado por el Estado, la situación actual en Al Awamiyah no se debe solamente a una cuestión sectaria.

Desde febrero de 2011, Arabia Saudita ha intensificado las medidas de seguridad en la Provincia Oriental, de mayoría chiítas, que ha sido testigo de manifestaciones opositoras al régimen, exigiendo libertad de expresión, la liberación de los presos políticos y el fin de la discriminación económica y religiosa. Por su parte, Riad tacha a los manifestantes armados en la ciudad de “terroristas”, que tendrían como objetivo desestabilizar el país.

Las protestas se han enfrentado a una dura represión por parte del régimen saudita. En los últimos años, Riad también ha redefinido su ley antiterrorista para reprimir a los movimientos que abogan por reformas democráticas en el reino. En la referida urbe vivía el prominente clérigo chií, el sheij Baqer Nimr al-Nimr, quien fue ejecutado junto a otras 46 personas a principios de 2016, sentenciándoles todos ellos por cargos de “terrorismo” por las autoridades saudíes.

Occidente mira para otro lado mientras destruyen la ciudad

Al-Awamiya fue asediada luego de que el pasado 10 de mayo la población local se negó al proyecto gubernamental de demoler y renovar el área antigua de la ciudad y para lo cual las fuerzas de seguridad de Arabia Saudí llevaron excavadoras y otros equipamientos de construcción. Un hecho que provocó manifestaciones que luego se convirtieron en disturbios violentos.

Desde mayo, las fuerzas sauditas comenzaron a arrasar el casco antiguo de la ciudad, conocido como al-Mosawara. Las autoridades sauditas afirman que las estrechas calles de Mosawara se han convertido en un escondite para supuestos terroristas, sospechosos de estar detrás de supuestos ataques contra las fuerzas de seguridad en la Provincia Oriental.

Los militares saudíes continúan destruyendo la ciudad y demoliendo edificios, mercados y centros comerciales. Esta ciudad está asediada porque sus entradas están bloqueadas por barreras de hormigón. Las fuerzas del Ministerio del Interior registran las viviendas buscando a personas a las que persiguen. Las autoridades saudíes han cortado también Internet y los servicios móviles en el área.

Algunos usuarios de Twitter han colocado fotografías que enseñan los restos de los obuses de mortero lanzados contra las viviendas. También han publicado vídeos que muestran la forma en la que las fuerzas saudíes han tomado como objetivo a estas viviendas.

A los ataques contra esta región del Este de Arabia se añaden las sentencias de ejecución emitidas contra jóvenes habitantes de Al Awamiyah, que se han multiplicado en estas últimas semanas. Decenas de personas han perdido la vida en la ciudad desde 2011 en una represión de las protestas pro-democracia y en contra de la discriminación contra la minoría shií.

The Independent ha entrevistado a varios activistas, quienes señalan que es “una situación humanitaria insostenible”. “Yo era un manifestante pacífico, afirma un ciudadano entrevistado, la mayoría de nosotros lo era (ciudadanos pacíficos) en Al Awamiyah, antes de que el Gobierno decidiera enlistarnos como terroristas en búsqueda y captura”, ha compartido el manifestante antigubernamental.

Según el entrevistado, las fuerzas del Gobierno asaltaron su vivienda a principios del asedio y golpearon a su esposa. Además, durante la redada los efectivos apuntaron a su hija de cinco años y levantaron a su pequeña de ocho meses de edad, amenazando con dejarla caer al suelo.

El ciudadano ha destacado que los ciudadanos “no teníamos alternativa”, ya que “defender nuestras vidas y a nuestras mujeres es un deber”. Según el testimonio, casas en la ciudad fueron destruidas por bombas, tiroteos y lanzacohetes, así que “todos somos un blanco”.

Adubasi, h denunciado que “lo que quieren es vaciar la ciudad de personas para poner fin a las protestas”. Según el entrevistado, cerca de un 90% de la población ha abandonado la ciudad, mientras que unas 3.000 o 5.000 personas han permanecido dentro del sitio.

En abril, la ONU condenó los planes de reurbanización, al acusar a las autoridades de intentar remover a los residentes por la fuerza sin proporcionarles viviendas adecuadas. Además, la operación fue tachada de una que amenaza “al patrimonio histórico y cultural de la ciudad, que causaría un daño irreparable”.

Según un comunicado emitido por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Karima Bennoune, la Relatora Especial de la ONU, acusó a las fuerzas de seguridad saudíes de “destruir irreparablemente” los edificios históricos y obligar a los residentes a huir de sus hogares.

(Fuentes: Hispan TV / Russia Today – RT / RRTS  Magazine / Prensa Islámica)

 

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Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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