El Rocío 2017 se salda con diez caballos y un buey muertos durante la romería

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Hacía veintiún años que no moría un buey en El Rocío. Lo de los caballos es más habitual, y la media se mantiene. Este año, a cierre del Plan Romero en la jornada de este lunes, han muerto 10 caballos en el camino o la aldea rociera, tres menos que en El Rocío de 2016, con un movimiento de 20.000 caballos y unos 250 bueyes. Aunque las cifras de muertos traen dos matices: aún quedan tres días de Plan Romero, y tres de los équidos muertos el año pasado perecieron ahogados arrastrados por la carreta con la que no pudieron pasar el río.

Estos tres mulos murieron ahogados al desbocarse y adentrarse en el agua en el desembarque en Doñana, cuando acudían al encuentro de la filial de Chipiona. De los caballos muertos este año al menos dos han sido fallecimientos por cólicos. Del resto se está a la espera de las correspondientes autopsias.

Sobre el buey de la Hermandad de Triana sí ha podido saber eldiario.es/andalucia que murió “repentinamente” llegando a la aldea. De la necropsia no se ha sabido nada. Eso sí, desde el Plan Romero se apunta a que este año han habido tramos de arena muy densos, que han sido un sufrimiento añadido a los que han pasado por allí. Hermandades como la de Villamanrique de la Condesa han sufrido verdaderos problemas para entrar en la aldea por ese motivo, aunque no se sabe aún si hay relación causa/efecto con la muerte del animal.

Ocho imputados

Otro dato muy llamativo es la gran cantidad de actas por maltrato animal que han levantado las fuerzas del orden tanto en el camino como en la aldea. Este año, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) ha imputado a ocho personas en El Rocío por maltrato animal, todas ellas relacionadas con alquileres de animales famélicos, heridos o con más de 25 años de edad, ancianos ya para su tramo particular de tiempo.

Se han repetido las escenas de caballos y mulas alquiladas ilegalmente, animales sangrando literalmente con varias personas encima o caballos casi desvanecidos después de horas y horas sin que nadie se acordase de que le tenían que quitar la silla para descansar el lomo.

Con todo ello, la macabra cifra se mantiene, e incluso aumenta, teniendo en cuenta las ocho muertes de 2014, y sobre todo recordando que el Plan oficial de la Junta cubre desde la salida de la primera hermandad hasta la llegada de la última. Si algún caballo muere días después por secuelas del camino rociero o en los preparativos previos, queda fuera de la lista oficial.

Queja abierta del Defensor

A la espera del cierre definitivo del Plan 2017, previsto para el próximo jueves, también está pendiente de cierre una queja abierta de oficio en junio de 2016 por el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, dirigida a la Consejería de Justicia e Interior en relación con estos casos.

Se trata de conocer las medidas que ha adoptado la Junta de Andalucía para evitar el maltrato de animales durante la romería, tras conocer, a través de los medios de comunicación, las declaraciones del director del Plan Romero sobre situaciones de abuso que se dan en el trato a algunos caballos en la Romería de El Rocío, tanto durante la peregrinación a ésta como ya en la aldea misma, declaraciones realizadas a Canal Sur y reproducidas por eldiario.es/andalucia.

En opinión del Defensor, en el fondo de este asunto trasluce “la necesidad de redoblar los esfuerzos” para tratar de que se cumpla la Ley 11/2003, de Protección de los Animales de Andalucía, aunque sin embargo, pese a que todos los años se repite el asunto, parece que “no se implantan medidas específicas para garantizar unos estándares mínimos de bienestar y protección animal con los que evitar situaciones de abuso, maltrato e incluso muerte”. Por ahora, esa queja no ha tenido respuesta.

Frente a esta sangría, el Partido Animalista PACMA pide que se ponga en marcha sin retrasos la denominada ‘Ley Cero’, que solucione “todos los problemas que en España tienen los animales y quienes tratan de ayudarlos”, centrándose en eliminar “las horribles condiciones que sufren los animales en las romerías”.

Concretamente, la Ley especifica la prohibición de “utilizar animales, sin excepciones, en todo tipo de espectáculos, tradiciones y festejos, tanto privados como públicos, que impliquen sufrimiento para los animales”.

Además, el texto subraya la prohibición del uso de animales en romerías, al igual que en otros festejos como corridas de toros, encierros o circos, entre otros. Por otra parte, la Ley General de Bienestar y Protección de los Animales del Partido Animalista prohibirá “utilizar animales como tracción de vehículos” y su “explotación como transporte turístico”, lo que también se relaciona con su alquiler para romerías.

Recuerda el PACMA en su web oficial que “no estamos en contra de la celebración de romerías ni festejos populares, pero sí con la explotación que se hace de los animales en muchos de ellos, sin que quienes participan tengan en cuenta su sufrimiento o los riesgos que suponen para sus vidas. Creemos que la sociedad debe seguir expresándose libremente y que es posible hacerlo sin maltratar animales ni perjudicar al medioambiente”.

(Fuente: el diario.es / Fuente: Fermín Cabanillas)

Caballos muertos  en el Rocío a costa del contribuyente

Aproximadamente 20.000 caballos, mulos, burros y bueyes recorren cada año la romería del Rocío. Se trata de animales domésticos registrados a nombre de su propietario, es decir, disponen de un responsable legal. Entre 2007 y 2016 murieron al menos 120 equinos en esta romería, según un informe de PACMA, 13 de ellos en 2016. Ese año la Junta de Andalucía gastó 6.249 euros en la “retirada y destrucción de animales equinos muertos en la romería del Rocío 2016”, 533 euros más que el año anterior, tal y como reflejan los contratos que publica el proyecto de investigación Los Papeles del Cortijo. Este año han muerto diez caballos y un buey, según el dispositivo del Plan Romero*.

Desde la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural explican que “los servicios veterinarios de la Junta tienen una presencia especial en El Rocío” y aseguran que después de la recogida y destrucción del cadáver de un equino, “es su dueño quien corre con los gastos” y “se realizan las comprobaciones necesarias para determinar las responsabilidades”. No da detalles de cómo procede al respecto ni del número de sanciones por maltrato animal durante la romería, un delito recogido en la Ley de Sanidad Animal y la Ley de Protección de los Animales de Andalucía.

En conversación con La Marea, la compañía de recogida de animales muertos Francisco Barreco SL, adjudicataria del gobierno andaluz para esta labor durante el Rocío, explica que los equinos son desplazados hasta un centro de incineración después de ser revisados e identificados por un veterinario de la Consejería.

Javier Sanabria, coordinador provincial de PACMA en Sevilla, asegura que cuando el animal muerto está identificado (es obligatorio poner chip a los equinos), la Junta adelanta el dinero y actúa por diligencia de salud para después requerir la suma al propietario. Sin embargo, un elevado número de animales no consta en ningún registro o no lleva chip, por lo que cree que las autoridades deberían hacer más controles. “El 80% de los caballos maltratados son alquilados, a veces no tienen ni papeles ni entrenamiento”, lo que, sumado al desconocimiento de quienes los arriendan, da lugar a problemas e incluso la muerte de esos animales, destaca.

Asociaciones como PACMA o El Refugio del Burrito acuden cada año a la romería para supervisar que los animales están en buenas condiciones y prestar asistencia veterinaria a los que lo necesitan. Entre las causas de muerte más frecuentes están el agotamiento, la inanición, la avanzada edad de muchos animales, el desconocimiento y falta de empatía de quienes los dirigen e incluso la falta de alimento. Sanabria detalla que la veintena de agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) que moviliza el gobierno andaluz son insuficientes debido al número de animales que participa en la peregrinación -además de dejar con pocos efectivos al resto de las provincias de Huelva y Sevilla- y pide que la Junta tome un papel más activo.

Este 2017 el Seprona ya ha imputado a ocho personas por supuesto maltrato animal. El Gobierno andaluz tendrá que aclarar el número de denuncias y explicar los procedimientos actuales para evitar el maltrato y abandono de animales en la romería del Rocío de este año y de 2016, en respuesta a la pregunta formulada este martes por el grupo parlamentario Podemos Andalucía.

Durante la romería del Rocío de 2016 El Refugio del Burrito atendió a más de 200 equinos heridos en el recorrido y recibió siete animales por parte del Seprona, de los cuales cuatro siguen en sus dependencias en Málaga, pues no pudieron localizar a sus dueños. Rosa Chaparro forma parte esta asociación, que cada año monta un hospital móvil para prestar servicios veterinarios en la romería y prevenir el maltrato de animales. “Parece que este año la gente está más concienciada”, explica a este medio, “aunque los días fuertes están por llegar”, dice en referencia a este fin de semana, en el que se espera la mayor afluencia. Tanto Chaparro como Sanabria subrayan que la mayoría de los peregrinos muestran respeto por sus animales.

La muerte de caballos y otros equinos en la romería sigue siendo un problema de considerable magnitud. Tanto es así que la compañía de seguros Montepío de Conductores lanzó a finales de mayo una oferta especial para retirar cadáveres de caballos por 26 euros al año. “Disfruta el Rocío con tu caballo y deja que nosotros te aseguremos tu tranquilidad”, rezaba el eslogan de esta campaña antes de ser retirada tras el revuelo que despertó en las redes sociales.

“Aninamos a todos los romeros a unirse al carro del respeto a los animales, como cada vez hace más gente”, concluye Chaparro, un llamado de sensibilización que también cuenta con el respaldo, al menos retórico, de la Junta de Andalucía.

(Fuente: La Marea / Autor: José Bautista)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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