Los palestinos reciben a Trump con marchas de repudio y una huelga general
El pueblo palestino recibió al presidente de EEUU, Donald Trump, con multitudinarias marchas de repudio. Las marchas han coincidido con la visita de Trump a Al-Quds (Jerusalén) el lunes y su llegada a la ciudad de Beit Lahm (Belén) en la ocupada Cisjordania este martes.
Según lo definido en la agenda del mandatario estadounidense, la visita incluía una reunión y una rueda de prensa bilateral con Mahmud Abbas, titular de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), con el fin de “intentar renovar los esfuerzos de paz entre israelíes y palestinos”. No obstante, los palestinos han convocado un “día de furia” para protestar contra el viaje de Trump y su insistencia en reanudar los llamados diálogos de paz entre palestinos e israelíes.
En la bloqueada Franja de Gaza, cientos de palestinos organizaron una marcha la noche del lunes en rechazo a la visita de Trump a sus territorios y reiteraron su firme decisión de seguir la lucha contra la ocupación israelí.
Asimismo, repudiaron los comentarios del magnate inmobiliario contra el Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina Hamas durante su reunión con los líderes árabe en Riad, capital de Arabia Saudí. “Hamas es categorizada como ‘terrorista’ porque defiende lo que resta de la dignidad árabe y no se doblega ante lo dictado por EEUU”, recalcó Mohamad Abu Asgar, un comandante de la organización presente en la marcha.
En la ocupada Cisjordania, los palestinos han convocado huelgas generales en repudio a la visita de Trump y las políticas del régimen de Israel, así como en apoyo a los presos palestinos y su huelga de hambre.
Conforme a los medios palestinos, las marchas en Cisjordania se volvieron violentas con la intervención de las fuerzas israelíes y como consecuencia resultaron heridos un centenar de manifestantes. De hecho, las protestas anti-Trump no se limitaron a la población palestina, sino que más 500 ciudadanos israelí-estadounidenses se congregaron frente a la embajada de EEUU en Tel Aviv y su consulado en Al-Quds rechazando su visita.
“Trump, regresa a casa”, “Impugnen a Trump”, coreaban los manifestantes. “No queremos que esté aquí y tampoco queremos que esté en la Casa Blanca (…) es una vergüenza para todos”, consideró un manifestante.
Según las informaciones publicadas, en la reunión entre Abbas y Trump, el presidente de la ANP estaría dispuesto a intercambiar un 6,5% de las tierras ocupadas por Israel en 1967 para que grandes bloques de asentamientos judíos en Cisjordania, como Ariel, Maale Adumin o Gush Etzion, permaneciesen bajo soberanía del Estado hebreo. A cambio, los israelíes deberían ceder un porcentaje de terreno similar y garantizar la construcción de las vías de comunicación entre Gaza y Cisjordania para hacer posible el enlace territorial interno del Estado palestino.
Se trata de una oferta muy superior al 1,9% de intercambio de tierras que la ANP aceptó en la época de Olmert, antes de que fracasara el proceso iniciado tras la Conferencia de Annapolis de 2007. “Lo que Abbas ha ofrecido a Trump es su voluntad de sentarse a negociar y retomar las negociaciones donde se dejaron, tras el fracaso de Annapolis”, precisaron fuentes cercanas al equipo negociador palestino.
A pesar de que los dirigentes palestinos aprecian la disposición de Trump a escuchar las demandas de Abbas, en los territorios casi nadie cree que el presidente norteamericano vaya a traer la paz en Tierra Santa. Ni en Cisjordania, ni en Gaza, donde el discurso de Trump en Arabia Saudí, en el que metió al ISIS, Al Qaeda, Hezbolá y Hamás en el mismo saco de grupos terroristas, encendió la ira del movimiento islámico que gobierna la Franja.
Abbas, que estaba presente en Riad durante el discurso de Trump, ha sido el blanco de las críticas de Hamas, liderado por Ismail Haniya, quien le recrimina que no abandonase la sala tras escuchar cómo el presidente norteamericano tachaba a Hamás de grupo terrorista. “Lo dicho por Trump no evitará que sigamos adelante con nuestro objetivo de liberar Palestina, ni minará la fortaleza y la resistencia de nuestro pueblo”, advirtió la dirección de Hamás a través de un comunicado en el que secundaba la huelga general de este lunes.
Huelga General
Un paro fue sido convocado por el Comité Nacional de Apoyo a los Presos palestinos en huelga y por las facciones políticas como parte de los actos de solidaridad que se vienen repitiendo desde que el 17 de abril cientos de reos en cárceles israelíes iniciaran un ayuno indefinido. Jóvenes palestinos han bloqueado con piedras las entradas a la ciudad cisjordana de Ramala para impedir el acceso de vehículos.
El Ministerio de Transportes palestino anunció un paro desde las 10.00 (8.00 GMT), que no incluye el transporte para facilitar el traslado de los palestinos a las protestas convocadas para hoy en toda Cisjordania.
En los centros educativos han retrasado los exámenes programados para este lunes. “Rechazamos la posición sesgada de EEUU hacia la ocupación (israelí) y pedimos a la gente considerar el día de la visita de Trump un día de indignación popular”, pidieron los organizadores en el comunicado de la convocatoria.
Desde el lunes, otros 200 presos, la mayoría del grupo islamista Hamás según el digital israelí Walla, se han unido a la huelga, en la que se han mantenido desde el inicio unos 1.300 reos según los palestinos y alrededor de 800 según el Servicio de Prisiones de Israel, de los más de 6.000 encarcelados.
El portavoz de la Comisión para Prisioneros y Exprisioneros de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Akrama Ayasa, declaró a Efe que la tensión en aumento ante la llegada de Trump podría facilitar la apertura de unas negociaciones sobre las demandas de los presos, que han comenzado a ser trasladados a centros hospitalarios por el deterioro de su salud, tras 36 días sin comer.
Los organizadores convocaron marchas y concentraciones durante todo el día, cuando tendrán lugar los encuentros de Trump con el presidente y primer ministro israelí, Reuvén Rivlin y Benjamín Netanyahu, respectivamente, así como mañana, cuando el estadounidense se reunirá con el presidente palestino Mahmud Abás, en la ciudad cisjordana de Belén, y el resto de la semana.
La Izquierda (FPLP y FDLP) llaman a convertir visita de Trump a Cisjordania en un día de ira general nacional
Las dos principales organizaciones de la izquierda palestina, el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), llamaron a todos los prisioneros a sumarse a la batalla por la Dignidad y advirtieron a la Administración Palestina oficial, del peligro de ser arrastrada detrás de la ilusión norteamericana una vez más, después de haberse demostrado a raíz de un cuarto de siglo de experiencia, que dicha ilusión no trajo a su pueblo más que desastres y las calamidades a nivel nacional.
Ambos frentes llamaron salvaguardar la unidad del movimiento cautivo y garantizar su firmeza y solidez. En una declaración conjunta, alertaron sobre cualquier intento de eludir o esquivar al movimiento en cautiverio y sus luchas, y de golpear la unidad en búsqueda de soluciones encaminadas a romper la huelga y frustrarla.
También llamaron los frentes a duplicar este accionar de los prisioneros y lograr una mayor participación de las fuerzas populares para salvaguardar la lucha de los reos.
Al analizar la gira del presidente estadounidense, Donald Trump en la región, y los blancos que se encuentran en su mira tanto a nivel regional, como árabe y palestino, ambas organizaciones palestinas de izquierda consideraron que Estados Unidos, y con la complicidad flagrante de varias capitales árabes y regionales, trata de re-conformar nuevas ecuaciones políticas en la región, con el fin de servir a los intereses de la alianza estadounidense-israelí, y en detrimento de las causas de los pueblos de la región y en la vanguardia nuestro pueblo palestino.
Para ellos, el llamado norteamericano y la respuesta positiva de varias capitales árabes, a considerar a Irán, y no a Israel, como el peligro inmediato para la región, y a celebrar una conferencia regional árabe israelí, es considerado como un retroceso grave que abrirá la puerta hacia la normalización de las relaciones árabe-israelí, y la marginación de la causa de los derechos patrióticos y nacionales palestinos, y la cancelación del proyecto nacional palestino.
La declaración fue emitida al concluir una reunión conjunta de los Buroess Políticos de ambos frentes palestinos en la que se discutieron varios temas.
También llamaron a seguir una política nueva y alternativa que llevará a restaurar el proyecto nacional palestino unificado y unificador, tal y como lo acordaron las fuerzas políticas nacionales y sus actividades políticas y sus instituciones civiles en el documento de reconciliación nacional del 26 de junio de 2006 y en los múltiples diálogos en Cairo.
Fuerzas israelíes hieren a 13 palestinos durante manifestaciones
De acuerdo con fuentes locales, las protestas en apoyo a los cerca de mil 500 palestinos en huelga de hambre en cárceles israelíes se realizaron también en el distrito de Hebron.
Entre los lesionados se encuentra un joven cuya herida -en el abdomen- fue calificada de moderada a grave por los médicos que lo atendieron en el Complejo Médico Palestino de Ramallah. Otros cuatro palestinos fueron también heridos -en las piernas- con balas de combate, mientras seis manifestantes eran impactados con proyectiles de acero recubiertos de caucho.
Según la prensa local, como respuesta los manifestantes lanzaron piedras a los soldados israelíes.
Las protestas forman parte de una huelga general de los habitantes de la Cisjordania ocupada y Jerusalén en apoyo a los palestinos huelguistas de hambre -que hoy suman 36 días de ayuno-, durante la cual miles de comercios permanecen cerrados, en tanto grupos de manifestantes bloquearon las carreteras de accesos a Ramallah.
Como parte de la huelga, escuelas, bancos, fábricas y el transporte público en la Cisjordania ocupada cerraron sus actividades, mientras los servicios de emergencia en los hospitales proseguían sus actividades usuales.
Los cerca de mil 500 palestinos en huelga de hambre reclaman que las autoridades de Tekl Aviv pongan fin a la negación de las visitas familiares, al derecho a la educación superior, al tratamiento médico adecuado, a los aislamientos y a las detenciones administrativas.
Esa medida de las autoridades israelíes les permite mantener arrestada a una persona prácticamente por tiempo indefinido sin que se le presenten cargos o se le acuse formalmente ante un tribunal.
En medio de esa situación, este lunes arribó a Israel el presidente estadounidense, Donald Trump, quien tras un encuentro con su homólogo local, Reuven Rivlin, dedicó sus palabras a exaltar las relaciones bilaterales, criticar al gobierno de Irán e insistir en la necesidad de reactivar el estancado proceso de paz palestino-israelí.
(Fuente: Resumen de Oriente Medio)
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