Réplica a Antonio Soler por su artículo “El acento, el mensaje”
Réplica a Antonio Soler
por su artículo “El acento, el mensaje” en Opinión, de Diario Sur
(http://www.diariosur.es/
(Esta réplica fue enviada a Diario Sur para su posible publicación, pero no se ha recibido de parte del diario malagueño ningún tipo de respuesta al respecto)
En relación al artículo que Antonio Soler escribió el 9 de marzo de 2017, me gustaría realizar algunas puntualizaciones, ya que el escritor malagueño se toma la libertad de nombrar a Juan Porras de manera frívola y sin la más mínima documentación en relación a este investigador social mijeño. Juan Porras Blanco es doctor en Antropología Social, licenciado en Filosofía y profesor de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla).
En primer lugar, me gustaría recordarle, al recientemente nombrado doctor «honoris causa» por la UMA, que Juan Porras –cuyo seudónimo es Huan Porrah (Larra tendría varios)– no pretende normalizar nuestra forma de habla, sino que, como estudioso de la cultura en Andalucía, investiga, recopila, registra y usa formas lingüísticas antes de su extinción, tal y como hace la RAE (¿Acaso el DRAE no está lleno de arcaísmos? ¿Los miembros de la RAE y los defensores de estas formas lingüísticas castellanas no tratan de evitar la muerte de dichas palabras no solo con su registro, sino también usándolas en los artículos de opinión que escriben en los periódicos o en las novelas que publican?). Por tanto, Juan, como investigador social y profesor, hace lo que otros investigadores hicieron o hacen como, por ejemplo, un tocayo de usted: Antonio Machado, cuyo seudónimo fue Demófilo. (Como ve, esto de los seudónimos es algo habitual entre nuestros escritores: Averroes, Fernán Caballero, Bécquer, Clarín, Rubén Darío, Pablo Neruda, Gabriela Mistral…).
Así pues, el interés del antropólogo y profesor mijeño es trasladar la oralidad del andaluz a la escritura desde una perspectiva etnográfica, con el objetivo de visibilizar una práctica sociocultural de unas personas que, diariamente y pese al desprestigio permanente, hablan su lengua a pesar de la estigmatización tradicional por parte de la centralidad elitista castellana.
Obviamente, Huan Porrah presenta un posicionamiento muy alejado de la postura oficial en torno al asunto lingüístico del andaluz y se acerca meridianamente a los descubrimientos más importantes de la lingüística contemporánea más actual. Estos hallazgos constatan que todas las lenguas humanas (lenguas, dialectos, hablas y variedades lingüísticas) tienen un desarrollo parecido y que no hay lenguas más simples o más complejas, más o menos útiles para la comunicación, sino que todo obedece a cuestiones extralingüísticas más relacionadas con el poder, cuyo fin es establecer una jerarquía lingüística –cuestiones desociolingüística, como la tesis doctoral de Elena A. Snopenko Stigmatizing Language: The Case of Andalusian–. En este sentido, el científico social mijeño entronca con las investigaciones de Juan Carlos Moreno Cabrera –catedrático de Lingüística General en la Universidad Autónoma de Madrid, que ha sido miembro del Comité Científico del Informe Sobre las Lenguas del Mundo llevado a cabo por la UNESCO y participó en el proyecto EUROTYP, financiado por la European Science Foundation–, que viene a explicar que el estudio de las lenguas desde el s. XVIII hasta la 1.ª mitad del s. XX estuvo anclado en una perspectiva jerárquica, racialista y biologizada, como si existiesen unas lenguas superiores a otras por naturaleza (discriminación lingüística); discurso epistemológico eurocentrado, empleado como argumento legitimado de la colonización europea. Hoy, por suerte, se están revisando algunos posicionamientos científico-históricos desde una óptica crítica, epistemológicamente hablando.
En segundo lugar, Juan no quiere normalizar nada, sino que ha ideado un sistema que le permite registrar la lengua como forma de comunicación de su contexto histórico-social. ¿Acaso un escritor no desarrolla su propio estilo para expresarse? ¿Usted como escritor no está trasladando todo el rato sus pensamientos a su forma de escritura? ¿No ha escrito sobre su Málaga querida? ¿No puede Juan Porras estudiar las prácticas y discursos socioculturales de su entorno social con la idea de producir material empírico para investigar las convenciones lingüísticas que una comunidad de hablantes –la mijeña, en este caso– emplea o ha empleado y que corre serio peligro de desaparecer? ¿Qué debe hacer un antropólogo? ¿Seguir las directrices de unas instituciones burocráticas manejadas por un poder centralizado y vertical?
En tercer lugar, eso que dice usted de «cavernario» me lleva directamente a una de las características de las vanguardias europeas: el primitivismo y su recuperación, por parte de escritores y artistas, para hacer un arte nuevo. No hace falta que le explique el impacto de las vanguardias, por ejemplo, en Picasso o en los jóvenes de la generación del 27.
Por último, me parece lamentable que ningún medio de comunicación, salvo la televisión local de Mijas, acudiera el viernes, 24 de marzo de 2107, al acto de presentación de «Er Prinzipito», primera obra literaria traducida al andaluz (por Juan Porras) y editada por un matrimonio de lingüistas alemanes (Dr. Walter Sauer y Nadine L. Sauer), jubilados pero con una pequeña editorial (Tintenfaß), quienes han dedicado su vida a la docencia universitaria en EE UU y Alemania.
Como le decía más arriba, antes de hablar sobre alguien con intención de ridiculizarlo sería menester documentarse un poco antes y quizás entrevistarse con él, ¿no cree?
Juan Miguel Pérez Porras
Licenciado en Filología Hispánica
Profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES Fuengirola Nº 1
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