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Que se metan su “cambio” por el parlamento

No sé si se piensan que la juventud trabajadora es tonta o si la clase política se cree demasiado lista pero resulta conmovedor como la burguesía y sus aliados intentan hacer pasar este nuevo intento de desalojo del gaztetxe Maravillas como un hecho arbitrario y casual fruto de la naturaleza cual mera inspección técnica ordinaria en la que no tienen arte ni parte. “No había nadie dentro” ha llegado a afirmar la consejera Ollo sin que le tiemblen las pestañas de semejante payasada, mientras a las 5 de la mañana con nocturnidad y alevosía un numeroso contingente de policías armados tomaban y cerraban a canto militarmente la parte vieja de Iruñea, antes de empezar a saquear el gaztetxe y repartir ostias y abrir cabezas pacífica y democráticamente a los y las que se iban acercando.

El caso es que esta no es la primera ni la segunda ocasión en la que el gobierno de Navarra cual siervo del capital más huraño intenta sabotear el proyecto de Gaztetxe. Si este es el cambio, que se metan el cambio en el parlamento y que se empiecen a saquear y repartir palos entre ellos mismos empezando por la señora, por decir algo, Beaumount. Claro que los palos solo están destinados para la clase obrera, esté esta en un gaztetxe o en las huertas de Peralta. La clase política y el “progresismo” está muy ocupado en otros asuntos como intentar hacerse pasar por lo que no han tenido el valor de ser y hacer (el cambio) mientras que aleccionan mediante coaching a la clase trabajadora a no ser “purista” y a saber gestionar sus contradicciones, cosa que no significa otra cosa que intentar hacer tragar con el interés de clase de la pequeña y mediana burguesía reaccionaria como si esta fuera la que va a solucionar los problemas.

No hace falta haber hecho un master de ciencias políticas en la universidad de Harvard para saber o simplemente estar informado de que ya en la primera ocupación aparecieron los policías buenos y los malos. Unos optaron por el chantaje de la vía represiva para condicionar una posible negociación (varios identificados bajo amenaza de pasar por los tribunales) y otros se dedicaron a mandar cartas al periódico y prometer que si se vaciaba el gaztetxe se ofrecería otro local. Una vez producido el desalojo habiéndose aceptado el nuevo local se produjo otro desalojo silencioso, y también les echaron del nuevo después de mentir descaradamente que supuestamente habían realizado obras de carácter estructural y de que por ello les desalojaban bajo la excusa de “su seguridad”. Meses mas tarde los propios técnicos del ayuntamiento desmentían dichas informaciones pero ya era tarde, les habían echado a la puta calle por segunda vez.

No se rindieron y volvieron a ocupar, y la siguiente vez ya no se andaron con tonterías para desalojarlos. Todos y todas recordamos la invasión policial de la vergüenza en el gaztetxe Maravillas. Se pensaron que iba a pasar desapercibida en concordia interclasista (“todo sea por el cambio”). Pero la juventud obrera de Iruñea , para la que poco había cambiado nada, estaba preparada para hacer frente a un desalojo y todos y todas recordamos también el fracaso de la burguesía.

Ya advertía la asamblea del gaztetxe de Maravillas hace más de una semana las intenciones del gobierno de navarra de entrar al gaztetxe bajo estúpidas excusas técnicas: “No es mas que una burda maniobra para provocar el desalojo “blando” del Gaztetxe Maravillas, es decir, bajo pretextos técnicos y de conservación de patrimonio, poder precintarnos el local (siempre con la violencia represiva como garante), manipular la opinión pública y echarnos sin mayores consecuencias políticas que un triste informe elaborado por aquellos mismos que nos quieren desalojar.” Y que esta vez no van a caer en la trampa ya que “Sabemos que todo esto no es sino una nueva forma de desalojar el Gaztetxe dado el fracaso de su anterior intento. Que sepan que haremos frente a la represión, venga de la forma que venga”.

Las intenciones del gobierno de navarra con este nuevo ataque de hoy son cristalinas. Son las mismas que los que quieren desalojar el gaztetxe Kijera de Donostia, las mismas de los que dieron recientemente una paliza a la juventud de Gasteiz y se llevaron además a la cárcel a un joven, las mismas que en el mismo lugar intentaron entrar por las bravas en un local feminista ocupado, o las mismas de los que subvencionan a empresarios de las huertas de Peralta mientras mandan a la policía contra los trabajadores. Las mismas en definitiva de los colaboradores de los que rompen ventanas a tiros en Amurrio. El capital, sus amigos y los aspirantes.

(Fuente: La Haine / Autor: Borroka garaia da!)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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