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La lenta destrucción de Grecia y su gente

Herman Van Rompuy, el ex presidente de la Unión Europea (UE) nos dijo todo lo que necesitábamos saber sobre la democracia en la UE cuando habló en una reunión en Lovaina (Bélgica) en 2010. En su discurso, el 8 de septiembre de 2012, Una prueba de solidaridad ,  Van Rompuy dijo que la zona euro significaba una “pérdida de soberanía para todos”. Continuó expresándose sobre la necesidad de solidaridad: “La solidaridad es un deber, no solo un derecho”. Desafortunadamente, su comportamiento cuando estaba en el poder y las políticas seguidas por otros jefes de la UE no eran consistentes con sus narrativas. Sus constantes afirmaciones de que la solidaridad y la convergencia marcaron las aspiraciones de la UE nunca se confirmaron en la realidad. En el caso de Grecia, la Troika infligió políticas tan duras que, no solo se ha destruido la prosperidad material de la nación, sino que ahora hay evidencia de que la salud física y mental de la gente está siendo dañada significativamente. Un escalón por debajo del genocidio. La lenta destrucción de Grecia y su gente continúa.

Como recordatorio, el 13 de marzo de 2012, el siempre pontificante Van Rompuy dijo al Parlamento Europeo:  “Un frente es la consolidación fiscal. Otra es la agenda de crecimiento y empleo. Algunos afirman que estos dos son contradictorios. Nuestro trabajo es asegurarnos de que no lo sean”.  Este fue el tipo de charlatanería repugnante que estos funcionarios europeos emplearon regularmente para que pareciera que se mostraban empáticos con las personas cuyas vidas fueron devastadas con sus intervenciones económicas demenciales.

La historia nos dice que los tipos como Van Rompuy no han hecho su trabajo, si los evaluamos según sus propios criterios. Aunque eso no le impidió jubilarse con una pensión considerable. En vez de eso, debería haber ido a la cárcel por incompetencia profesional.  Dos noticias llamaron mi atención esta semana sobre Grecia. La primera, en relación a la forma en que los banqueros griegos están siendo apoyados por el Estado para confiscar las viviendas de los trabajadores en problemas.

Como antecedente, este artículo en The Guardian [traducido por el CADTM] es de mucha utilidad: ‘Si amas a Grecia, ayúdanos a deshacernos de Alexis Tsipras y su partido zombie’, de la ex presidenta del parlamento griego Zoe Konstantopoulou, en el que resumió la forma en que el primer ministro griego y su partido, Syriza, ha traicionado al pueblo griego. Proporciona una larga lista de lo que Tsipras y su banda han estado haciendo, aparte de supervisar un programa de austeridad fiscal que ha devastado la economía de la nación:

  1. Tsipras se había comprometido a destruir a los oligarcas de los medios”, pero reforzó su poder.
  2. En octubre del años pasado, representando a un estado en bancarrota, gastó 2.400 millones de dólares para comprar aviones de combate F-16 a los Estados Unidos.
  3. Luego elogió a Donald Trump por continuar con la “tradición de democracia y libertad” que nació en Grecia.
  4. Tsipras ha establecido estrechas relaciones con el Israel de Benjamin Netanyahu.
  5. Acordó vender armas a Arabia Saudí, un régimen acusado de bombardear a niños en Yemen.
  6. Levantó el veto de Grecia a la expansión de la OTAN en los Balcanes.
  7. También firmó acuerdos sobre refugiados que violaron sin ambages el derecho internacional humanitario.
  8. Desde 2015, ha implementado un programa de privatización descarado, vendiendo nuestros puertos, aeropuertos, costas, ferrocarriles, compañías de electricidad, agua y gas, sitios arqueológicos y culturales, teatros, juzgados, minas de oro y otras empresas rentables por un miseria. Ninguno de sus predecesores neoliberales se atrevió a llegar tan lejos.
  9. En 2017, su gobierno lanzó un sistema de subasta electrónica de viviendas de familias que no podían pagar sus deudas con los bancos, utilizando métodos anticonstitucionales y violencia policial.
  10. Para complacer a la Troika, incluso criminalizó las protestas contra la subasta de viviendas. El 15 de enero de 2015, las declaraciones de Tsipras recogidas por el noticiario Thema: “Ningún hogar terminará en manos de los bancos y eso es definitivo”, hablan por sí solas.

En su discurso a los votantes, criticó al Primer Ministro de la Nueva Democracia, diciendo: “…el accidente de la reelección del Sr. Samaras no ocurrirá en Grecia, por lo que no podrá copiar a su amigo, el ex Primer Ministro español (Mariano Rajoy), echando de sus hogares a la calle a miles de prestatarios en bancarrota… Ningún hogar terminará en manos de los bancos y eso es definitivo…”. Como hemos visto , mintió sobre eso. Ganó las elecciones con un mandato en una contra de la austeridad, ignoró el mandato salido de un referéndum en el que los griegos votaron para poner fin a la austeridad, y procedió, sin avergonzarse, a infligir el tipo de austeridad que los conservadores nunca habrían soñado poder hacer cumplir.

El artículo más reciente en Jacobin de Stathis Kouvelakis y Costas Lapavitsas, El giro represivo de Syriza, muestra hasta qué punto se han derechizado los llamados socialistas griegos. Éste proporciona más detalles sobre la forma en que Syriza se ha aliado con los banqueros en contra de la gente: “Si una vez Syriza levantó el eslogan ‘ninguna vivienda en manos de los bancos’, hoy en día está atacando a los manifestantes que intentan detener las subastas de viviendas. Las nuevas leyes amenazan con prisión para aquellos que interfieren con el proceso de subasta, de hecho, algunos críticos con el gobierno han empezado a ser arrestados”.  El artículo ofrece un análisis detallado de lo mal que está el sector bancario griego después de 8 años del inicio de la crisis.

El segundo artículo “Monumentos históricos y museos transferidos al Fondo de privatización de Grecia, trataba de la privatización de sus monumentos. Nos enteramos de que: “… el Ministerio de Finanzas de Grecia emitió una decisión al ordenar la transferencia de varios sitios y edificios históricos, museos, monumentos y edificios históricos al Súper Fondo de Privatización”. El comunicado de prensa del Ministerio de Finanzas decía que “la transferencia de propiedades públicas al Fondo de privatización fue uno de los 88 requisitos previos del prestamista para la conclusión de la cuarta revisión del programa griego”.

Esto se remonta a 2011, cuando el artículo en la revista The Economist Magazine Sell, Sell, Sell, ya se refería a las voces que demandaban un programa de privatización aún más expansivo en Grecia que el que ya está en marcha. Ya escribí sobre ello en el artículo Yo compraré la Acrópolis, donde indiqué que podría estar interesado en comprar la Acrópolis. En este momento, la prensa alemana había exigido que los griegos vendieran sus islas e incluso la Acrópolis. Este mantra se convirtió en estándar en el discurso del FMI y de los ministros de Finanzas de Europa. Los jefes del euro no fueron categóricos al decirle a Grecia que solo rescatarían a la nación si vendía más activos públicos e imponía reformas “estructurales” más duras. Después de la reunión de emergencia en Luxemburgo recientemente, el primer ministro de esa nación declaró: “Se necesitan medidas urgentes en Grecia para alcanzar sus objetivos fiscales … [incluyendo un] … aumento en el volumen de privatizaciones …”. Y la prensa holandesa escribía: “… una medida más radical: crear una agencia externa dirigida por la UE que se encarga de vender los activos”.

Ahora recuerden a Van Rompuy y sus ridículas afirmaciones sobre la solidaridad y las declaraciones periódicas de la Comisión Europea (CE) sobre la convergencia. La UE (en particular, la zona euro) no se está comportando de manera ni siquiera remotamente de acuerdo con la narrativa oficial. Es una estructura corporativista y antidemocrática que inflige costes masivos a las naciones mientras que se cacarean insignificantes epítetos sobre solidaridad. Esas dos grandes motivaciones (el apoyo a los bancos y las privatizaciones masivas) proporcionan la base para entender la tragedia humana que la Comisión Europea y otros han creado en Grecia.

El deterioro del estado de salud en Grecia.

Hace poco leí un artículo en la revista médica británica The Lancet La carga de la enfermedad en Grecia, pérdida de salud, factores de riesgo y financiación de la salud, 2000–16: un análisis del informe Global Burden of Disease de 2016. El análisis, que informa sobre un estudio importante de las “consecuencias negativas para la salud” que siguieron a la “contracción sustancial del gasto en atención médica” que acompañó los programas de austeridad infligidos a la gente por la Troika y su agente – la Syriza de Alex Tsipras. Aprendemos que como resultado de la colonización de Grecia por la Troika, “la mayor parte del presupuesto” se asignó a la “liquidación de la deuda” y, como resultado, hubo una “contracción del producto interior bruto nacional” masiva.

El gasto en sanidad del 9,8 por ciento del PIB en 2008 al 8,1 por ciento en 2014. Pero esas cifras no revelan el impacto total porque el PIB también se contrajo rápidamente durante el mismo período. La OCDE publicó un informe sobre Grecia, Estadísticas de salud de la OCDE de 2015, que concluyeron que: “El gasto per cápita en sanidad en Grecia se contrajo por cuarto año consecutivo en 2013, dejando el gasto sanitario un 25% por debajo del nivel en 2009 en términos reales… el sistema de salud griego fue una de las áreas prioritarias de […] los recortes en el gasto público. El gasto anual del gobierno en sanidad se ha reducido en más de 5.000 millones de euros en 2013 en comparación con 2009, una reducción de casi un tercio en términos reales”.

El artículo de The Lancet informa sobre los resultados obtenidos del informe de 2016 Global Burden of Diseases, Injuries, and Risk Factors Study, que proporciona nuevas perspectivas sobre “la disminución desproporcionada en la salud de los griegos en comparación con poblaciones regionales, de 2000 a 2010 (era anterior a la austeridad) respecto a las de 2010 a 2016 (era de la austeridad), que concuerdan con disminuciones en el gasto público en salud”.

Investigaciones anteriores han demostrado que con “el inicio de las medidas de austeridad … [ha habido] … tendencias adversas en la salud de la población, causando un aumento del gasto privado en salud, de las necesidades de atención médica insatisfechas. […] las tasas de tuberculosis han aumentado entre los griegos nativos […]. La incidencia del VIH casi se duplicó de 2010 a 2012 […]. Se han documentado tasas crecientes de depresión mayor y suicidio […] junto con el estancamiento de la mortalidad materna, de neonatos e infantil“.

Sin embargo, aquellos que querían negar cualquier asociación entre la imposición de austeridad y los impactos negativos en la salud afirmaron que los datos que respaldaban esas conclusiones eran débiles. El estudio referenciado en el artículo de Lancet, sin embargo, utilizó la base de datos de Global Burden Disease (GBD), que deja menor lugar a la crítica.

Los resultados del estudio se resumen a continuación:

  1. La tasa de mortalidad por todas las causas y en todas las edades en Grecia fue de 1.174,9 […] muertes por 100.000 en 2016, en comparación con 997,8 en 2010 y 944,5 […] en 2000.
  2. El aumento anualizado de 2010 a 2016 fue cinco veces mayor […] con evidencia de una aceleración continuada respecto al periodo pre-austeridad.
  3. El aumento anualizado de la mortalidad en todas las edades fue […] tres veces mayor en Grecia después de la austeridad que el […] aumento observado en Europa occidental durante el mismo período.
  4. Las tendencias de mortalidad en Grecia fueron especialmente desfavorables en adultos de 15 años o más, con los mayores aumentos observados en aquellos de 70 años o más.
  5. En cuanto a las causas específicas de muerte, los efectos adversos del tratamiento médico, las autolesiones y varios tipos de cáncer destacaron con un aumento consistente en Grecia en todas las edades.

Los autores sugieren que parte del impacto que detectan se debe a que:  “La aceleración del envejecimiento de la población desde 2010 … debido a la emigración masiva de profesionales con formación temprana o media en busca de estabilidad financiera, en lo que se conoce como fuga de cerebros”.

Sin embargo su análisis posterior de ese posible impacto no puede apoyar al envejecimiento como el único culpable. Por lo tanto, la economía ha perdido una gran cantidad de trabajadores calificados y jóvenes, lo que socavará su futuro. Pero el deterioro de la salud es mayormente independiente de ese cambio de composición en la población. Sin embargo, la contracción en el gasto en salud ha sido perjudicial.

Los autores indican que: “Desde la implementación del programa de austeridad, Grecia ha reducido su proporción de gasto en atención sanitaria sobre PIB a una de las más bajas dentro de la UE, con 50% menos de fondos para hospitales públicos en 2015 que en 2009 … Esta reducción ha dejado a los hospitales con un déficit en suministros básicos, mientras que los consumidores se enfrentan a la escasez transitoria de medicamentos … Al mismo tiempo, casi una cuarta parte de la población perdió el seguro médico del programa nacional de salud debido a un desempleo de larga duración, mientras que las reducciones de más del 20% de los salarios más bajos redujeron el poder adquisitivo de los consumidores”.

Concluyen, que si bien es difícil separar los impactos de los recortes de gastos de otros posibles factores, las medidas de austeridad han acelerado los cambios bruscos en los indicadores de pérdida de salud desde 2010. También señalan que el sistema de atención sanitaria griego era algo ineficiente antes de la crisis, pero que: “E l número de personas con necesidades de atención de salud no satisfechas casi se duplicó desde 2010, con una fracción considerable que afirma que el coste de atención de sanitaria fue la razón principal por la que no recibiron los servicios de atención médica recomendados […]. Estos informes apuntan a un posible efecto aditivo de la crisis económica a las deficiencias existentes en los servicios de salud”.  En general, el estudio concluye que “existe evidencia de una disminución desproporcionada en la salud de los griegos en comparación con poblaciones regionales, que son paralelas al curso de la crisis económica”.

En resumen, una de las principales responsabilidades del gobierno es garantizar que la atención médica mejore con el tiempo, ya que la tecnología hace posibles nuevos tratamientos. En Grecia, el Gobierno ha socavado deliberadamente la salud de su población al hacer cumplir las políticas de la Troika. Me pregunto si los ciudadanos en Alemania tolerarían lo que se ha impuesto a la gente en Grecia. Lo dudo. Pronto habrá más estudios con evidencia adicional del daño que la UE y sus compañeros corporativistas han infligido a la nación de Grecia.

Si alguna vez existiera alguna duda sobre la necesidad de que las naciones salgan de la zona euro, y la UE, y de que expulsen a sus falsos gobiernos de la izquierda del poder, la tragedia griega está ahí para que todos la vean.

(Fuente: El Salto / Autor: Bill Mitchell)

Francisco Campos

Francisco Campos

Nació en Sevilla en 21 de julio de 1958. Trabaja como administrativo. Es autor del libro "La Constitución andaluza de Antequera: su importancia y actualidad" (Hojas Monfíes, 2017).

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