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El grupo de sabios del derecho a decidir

En Euskal Herria a lo largo de los años han pasado cosas de todo tipo. También cosas ridículas. Y una de las más ridículas que se recuerden es la formación del “grupo de expertos sobre el derecho a decidir” del parlamento vascongado para elaborar un borrador de un nuevo texto articulado que sustituya al actual estatuto autonómico.

De entrada el nombre ya es de risa. No se cómo pueden permanecer con cara seria mientras se autoproclaman y sacan de la manga la payasada de que “son expertos”, como si hubieran tenido que hacer un curso intensivo de robótica de cara a desarrollar la inteligencia artificial del futuro. El caso es que estos no han hecho ni un curso a distancia sobre el derecho a decidir en los que te regalan una guitarra. Lo cual tiene su lógica, porque no puede existir ningún tipo de experto en algo que es tan sumamente sencillo y cristalino, y que se puede resumir en una sola frase: El derecho de autodeterminación es el derecho que tiene toda nación para declararse independiente. Ya está, no existe ningún misterio más, ni hace falta pagar a ningún autodenominado experto, por mucho que en los manuales empresariales te digan que con añadir la palabra experto a alguien le da seriedad aunque sea un auténtico desgarramantas.

Ni hace falta ningún grupo de expertos ni elitismos para algo que es bien sabido, ni hace falta ninguna otra cosa para ello que organizar los mecanismos para que esa nación decida si quiere ser independiente, para lo cual basta por ejemplo con un referéndum de autodeterminación.

Que el “derecho a decidir” fue otra payasada que el PNV se sacó de la manga tampoco es ningún misterio. Incluso se puede rastrear hasta cuándo fue el momento exacto y quién se encargó de socializar tal término, que en cualquier caso solo tenía el objetivo mediante la ambivalencia de edulcorar el término de autodeterminación para que precisamente nunca se aplicara, arrastrando a incautos para el objetivo real, que no es la autodeterminación sino el continuismo del estatuto de autonomía.

Ningún estatuto de autonomía ni ninguna remodelación puede implementar el derecho de autodeterminación por la sencilla razón de que los estatutos autonómicos son leyes subsidiarias de la constitución española en la que consta como ley sagrada la indivisibilidad del estado español. Por lo tanto el derecho de autodeterminación es ilegal, y no hace falta ser tampoco un experto para saberlo sino haber conocido un poco por encima las últimas décadas políticas en Euskal Herria o los años recientes en Catalunya.

Sin embargo, el grupo de expertos, y sus amigos que les pagan no han sabido llegar a la sencilla conclusión de que si a una nación se le niega el derecho de autodeterminación no existe democracia formal, y por tanto el estatuto o su remodelación no es una expresión de la libre decisión sino un elemento de corrupción dependiente que solo sirve al autonomismo.

Al fin y al cabo tanto el grupo de expertos como los partidos del parlamento vascongado simplemente son unos mentirosos, y lo único que han querido y quieren hacer es que no se toquen los privilegios de la clase burguesa vasca y la estructura autonómica que los defiende. No es solo que no tendrían valor, que no lo tienen, para poner encima de la mesa el derecho de autodeterminación, sino que su único objetivo es justamente lo contrario, que la dependencia y la falta del derecho de autodeterminación sean tomados como democráticos, y encima con aplauso popular porque su dinero estaría en juego de lo contrario.

El caso es que la autodeterminación de Euskal Herria no la va traer ningún parlamento autonómico, ni ningún estatuto, ni ningún partido, ni patéticos expertos encerrados y escondidos en cuatro paredes sino la organización popular vasca abiertamente a través de la ruptura con la legalidad, no por capricho sino porque derechos de la clase trabajadora vasca como la autodeterminación no son solo negados e ilegales por el estado español sino por toda la gentuza autonomista tan experta en caer siempre de pie. Empezar a dotarnos de instituciones obreras propias estructurando el poder nacional de clase será un gran paso. Pues solo la clase trabajadora vasca puede llegar a ser capaz de conseguir grandes objetivos.

Borroka Garaia Da!

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Carlos Ríos

Vine al mundo en Granada en 1977. Soy licenciado en Geografía y trabajador en el sector de la enseñanza. Escribí "La identidad andaluza en el Flamenco" (Atrapasueños, 2009) y "La memoria desmontable, tres olvidados de la cultura andaluza" (El Bandolero, 2011) a dos manos. He hecho aportaciones a las obras colectivas "Desde Andalucía a América: 525 años de conquista y explotación de los pueblos" (Hojas Monfíes, 2017) y "Blas Infante: revolucionario andaluz" (Hojas Monfíes, 2019).

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