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4 DE DICIEMBRE. Por la Revolución Andaluza.

Aún seguimos en la estela provocada por la crisis económica que estallara, hace ya más de diez años, en todo el mismísimo centro del sistema capitalista mundial, la civilización euro/occidental/céntrica. Una estela compuesta con dos ingredientes principales. Uno lo constituye el robo y la extorsión a la clase obrera y a los pueblos explotados y oprimidos del mundo, el otro es la elevadísima concentración de capital en manos privadas y el consiguiente enriquecimiento criminal de las grandes fortunas.

Y en estas estamos cuando va tomando cuerpo también una crisis en el campo político de igual o mayor magnitud. La democracia liberal, como el mejor modelo de gobierno posible para el liberalismo, hace aguas en el centro, en la semiperiferia y en la periferia del sistema mundo capitalista. El fascismo, o neofascismo,
asoma con fuerza inusitada en todos los rincones del planeta. Más que nada porque se aproxima una nueva crisis económica de imprevisible magnitud y los poderosos tienen que prepararse para posibles respuestas radicales de los pueblos y de la clase obrera que quizás ya no soportáramos una nueva fase de
robo similar al que venimos soportando desde entonces.

Este 4 de diciembre son ya 41 años del Día de Andalucía, y 40 años de la firma del Pacto de Antequera por el que la izquierda revolucionaria y anticapitalista, como se autodefinía, se comprometió con los poderes del Estado franquista a reconducir el proceso autonómico por la senda constitucional. 40 años sin autocrítica, aceptando y acatando la permanencia de Andalucía como tierra conquistada, aceptando y acatando la altísima concentración de capital que ha operado en nuestra tierra, conseguida con sangre obrera y andaluza, porque la apropiación del producto de nuestro trabajo es apropiación de vida humana, de sangre humana.

4Diciembre 2018

Las crisis económicas y políticas, el avance de la extrema derecha, sólo son indicios de que ni los de arriba pueden seguir gobernando como hasta ahora, ni los de abajo están dispuestos a seguir siendo gobernados como hasta ahora. Estamos en un momento que Lenin calificaría de pre-revolucionario, o como dirá
Wallerstein, de bifurcación, donde cualquier propuesta, por pequeña y débil que sea pueda hacerse con la hegemonía. Es el momento del efecto mariposa o el de la chispa que incendia praderas.

Propuesta que ha de ser de ruptura, descolonizadora, de liberación, soberanista, que construya una política verdaderamente democrática y una economía verdaderamente democrática. Política y economía de vida, de paz y de desarrollo humano.

Propuesta que para el andalucismo revolucionario de Blas Infante consistía en la abolición de los poderes centrales del Estado para hacer una Andalucía Libre. Una Andalucía cuyos problemas están planteados y resueltos en la constitución andaluza de 1883, donde Andalucía es autónoma y soberana y no recibe su
poder de ninguna fuerza externa al propio pueblo andaluz.

Quienes estén dispuestos a coger el testigo del andalucismo revolucionario podrán hacernos llamamientos de unidad. Quienes sigan usando palabras engañosas para evitar la ruptura, la abolición de los poderes centrales del Estado y para impedir el hacer efectivo al menos el artículo 1º de nuestra constitución, se pueden ahorrar sus llamamientos de unidad porque de lo que se trata es de acabar con el capitalismo, no sólo con su lado más oscuro.

Por la Revolución andaluza
Viva Andalucía Libre
4 de diciembre de 2018

Miguel Cano Cruz
Secretario de representación del Sindicato Unitario de Andalucía

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