Nacimiento de Blas Infante

El 5 de Julio de 1885 nace en la calle de la Carrera nº 46 de Casares, municipio de la provincia de Málaga, Blas Miguel de los Santos Infante Pérez de Vargas, Padre de la Patria Andaluza, localidad en la que pasaría su primera infancia. En una familia de la pequeña burguesía rural. Su padre, Luis Infante Andrade, era bogado y Secretario del Juzgado de Casares, y su madre, Ginesa Pérez de Vargas, hija de una familia de labradores propietarios.

Vino al mundo en una Andalucía caracterizada por las consecuencias políticas de la revolución cantonalista y determinada en lo social por las problemática jornalera.  En una población que se proclamó como cantón independiente durante la revolución cantonalista de 1873, menos de do años después de aprobado al proyecto  soberanista de la Constitución de Antequera, y en plena efervescencia reivindicativa y combativa de los trabajadores del campo. Ambas cuestiones conformarían su concienciación. Una consciencia de la identidad y de la explotación del pueblo trabajador andaluz que conformarían los ejes vertebradores de su lucha política.

Con respecto a esos primeros años de vida en Casares, él mismo escribiría años después: “Yo tengo clavada en la conciencia, desde mi infancia, la visión sombría del jornalero. Yo le he visto pasear su hambre por las calles del pueblo, confundiendo su agonía con la agonía triste de las tardes invernales; he presenciado cómo son repartidos entre los vecinos acomodados, para que éstos le otorguen una limosna de trabajo, tan sólo por fueros de caridad ; los he contemplado en los cortijos, desarrollando una vida que se confunde con la de las bestias; les he visto dormir hacinados en sus sucias gañanías, comer el negro pan de los esclavos, esponjado en el gazpacho maloliente y servido, como a manadas de ciervos en el dornillo común, trabajar de sol a sol, empapados por la lluvia del invierno, caldeados en la siega por los horrores de la canícula; y he sentido con indignación al ver que sus mujeres se deforman consumidas por la miseria de las rudas faenas del campo; al contemplar cómo sus hijos perecen faltos de higiene y de pan, cómo sus inteligencias se pierden atrofiadas por la virtud de una bárbara pedagogía, que tiene un templo digno en las escuelas como cuadras; o permaneciendo totalmente incultas requerida toda la actividad, desde la más tierna niñez, por el cuidado de la propia subsistencia, al conocer todas, absolutamente todas, las estrecheces y miserias de sus hogares desolados. Y, después he sentido indignación al leer en escritores extranjeros que el escándalo de su existencia miserable ha traspasado las fronteras, para vergüenza de España y de Andalucía”. (Blas Infante: El Ideal Andaluz, 1915)

En las fotos adjuntas, Blas Infante de niño y de adolescente

Blas Infante 2 niño

 

Blas Infante 3 adolescente

 

 

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